"Dios colocó un gigantesco tesoro bajo nuestros pies" ha dicho el régimen --sin mostrar estudios veríficos-- para intentar justificar la minería prohibida, pero todos pueden tener la plena seguridad de que "el pueblo" no recibirá ni un gramo, que todo va a terminar en el agujero negro del que nadie da cuentas, como sucedió con el FODES, los fondos de INSAFORP, gran parte de los ahorros de los trabajadores, los recurrentes préstamos que mes a mes aprueba la Asamblea a su servicio, los presupuestos asignados a la Sinfónica y al Coro Nacional, lo que se ha quitado a Educación, a Salud, al Seguro Social…
No descartamos, empero, que en el Museo David J, Guzmán se exhiba un microlingote del oro junto a pequeñas porciones de arsénico y otros químicos perniciosos y fotos de las personas y animales que para entonces habrán muerto por la contaminación del agua.
La UCA, al igual que la Iglesia Católica y grupos de protección al medio ambiente ya se pronunciaron contra el maligno proyecto.
--En adelante, cuando un trabajador tome agua debe pensar que a lo mejor esta agua va a perjudicarlo a muy corto plazo;
--cuando una mamá dé agua a sus niños pequeños deberá considerar que eso puede dañar su organismo;
--más de algún parroquiano en un bar pone agua al licor que toma, duplicando el perjuicio al organismo de aguas contaminadas;
--muchas familias que compran agua embotellada no estarán seguras de su calidad, ya que la minería afecta los mantos freáticos;
--Tampoco el grupo en el poder, sus familias y sus incondicionales podrán librarse de los efectos nocivos de agua contaminada aunque pongan filtros de oro en los recipientes;
--ni animales ni pastos se libran de los efectos nocivos de agua contaminada por cianuro y los químicos usados en la minería...
El sacerdote jesuita José María Tojeira, director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA, lo resume así en una entrevista con FOCOSTV: "Las empresas mineras, cuando se van, dejan peor el país. ¿Cuánto puede trabajar una empresa minera destruyendo una montaña? Puede trabajar 12 ó 14 años. ¿Y qué queda después para el país? Queda gente enferma, que no ha salido de la pobreza o al menos de la vulnerabilidad, tierra arrasada, crateres, auténticos cráteres volcánicos".
Nuestro muy, muy saqueado país no puede darse el lujo de arrastrar hasta nuestra costa un enorme glaciar para obtener agua pura como piensa hacer un reino del Oriente Medio, aunque puede recoger agua lluvia y guardarla en estanques, algo que por más que se dice no hacen las ineptas oficinas públicas encargadas de suministrar agua a la población.
La función esencial de todo gobierno es cuidar el bienestar de la población, suministrarle servicios esenciales, usar con prudencia y mesura los fondos que aportan los ciudadanos a través de los impuestos, perseguir el pillaje, proteger las instituciones, cumplir con las leyes y velar para que haya transparencia rindiendo cuentas cabales, lo que desde la llegada al poder del bukelismo simplemente se esfumó...
Los buenos salvadoreños no quieren que se envenene a su país
No es válido estar invocando a Dios para intentar impresionar a un país pero no cumplir con preceptos esenciales de la moral, lo racional y lo que promueve la paz y la convivencia pacífica, como tampoco invocar a Dios al mismo tiempo que se invade una asamblea y se tortura y persigue con frecuencia con base en suposiciones, llamadas anónimas o porque una señora rechaza una invitación a tomar café de un policía Impertinente y amoral...
Bien ha recordado el reverendo Mario Vega en estas páginas que "no se debe tomar el nombre de Dios en vano".
Sepan las comunidades que la gente buena en esta tierra apoya su rechazo a una minería que les amenaza con brutalidad...