En los últimos años, el centro histórico de San Salvador ha vivido una transformación significativa. Ubicado en el corazón de la capital, este espacio no solo es el escenario de eventos históricos relevantes, sino que también alberga edificaciones emblemáticas del país, como la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional y el Teatro Nacional.
Su revitalización —que sigue en proceso— ha incluido la restauración de fachadas, nuevas áreas peatonales, el Jardín Centroamérica y la incorporación de actividades culturales y de entretenimiento, que lo convierten en uno de los destinos favoritos para disfrutar en cualquier momento del día.
Los visitantes pueden recorrer la Plaza Gerardo Barrios o maravillarse con la arquitectura de la iglesia El Rosario, conocida por su diseño moderno e impresionantes vitrales.
La Plaza Libertad y Plaza Morazán ofrecen una mezcla perfecta entre historia y dinamismo. Mientras que, los bares y restaurantes de la zona complementa la oferta de gastronomía y entretenimiento para todas las edades.
La magia de la Villa Navideña
A esto se suma que, el centro histórico recientemente se llenó de magia con la Villa Navideña, una propuesta única que incluye un gran árbol de Navidad y múltiples luces de colores, desfiles con personajes de fantasía, espectáculos circenses y musicales, La Casa de Santa, La Fabrica de Galletas y La Estación del Tren.
También tiene la pista de patinaje sobre hielo, ubicada en la Plaza Gerardo Barrios. El lugar está abierto todos los días desde las 5:00 de la tarde hasta las 2:00 de la madrugada, el costo por persona es de $3.00.
Asimismo, se presentan shows artísticos de temporada en el Palacio y Teatro Nacional, así como en la BINAES (Biblioteca Nacional de El Salvador). Además de un Mercado Navideño "que ofrecerá variedad de gastronomías”.
Cada noche culmina con un show de fuegos artificiales, creando momentos memorables para las familias salvadoreñas y los turistas.