Con tinta china y acuarela, un conjunto de 64 artistas salvadoreños decoraron la Plaza Argentina —conocida como fuente Beethoven— en el Paseo General Escalón de San Salvador, impregnadas de un espíritu navideño único que promueve los talentos nacionales.
Es así como un año más, el colectivo Voluntarios por el Arte (Volarte) reúne en un solo lugar la producción artística de varias generaciones.
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Desde el pasado noviembre, las 107 piezas pueden ser admiradas por peatones y personas que se conducen en sus vehículos por esta zona de la capital. Y estarán en exhibición en dicha plaza hasta el 15 de enero del 2025.
Uno de los creadores que firman obra en esta edición denominada “Inspiraciones del alma” es el joven Jonatan Samuel Cabrera Segundo, estudiante de la Universidad Francisco Gavidia e hijo de la pintora y maestra Dinora Segundo.
Es la primera vez que expone una pieza y para él es algo sumamente valioso.
“Significa mucho, es una de mis primeras veces en una exposición. Me sentí muy feliz de lo lejos que he llegado, aunque un poco nervioso, pero más feliz que nada”, expresó vía Whatsapp.
La obra del joven de 20 años es un cáctus elaborado en tinta china y acuarlea. Pero más allá de lo vibrante de los colores y la imagen como tal, esta propuesta habla de la personalidad de su autor y diloga con el público.
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“… se basa en cómo en el desierto, a pesar del arrasante calor del sol, el cactus sobrevive, e inclusive ciertas especies puede dar flores y frutos”, explica Cabrera Segundo.
Este talentoso joven comenzó su formación artística con el maestro Gilberto Arriaza en la academia Caracol Azul y luego continuó sumando conocimiento en los cursos libre impulsados por el Centro Nacional de Artes, a partir de 2017.
Luego, exploró la diversidad de opciones que ofrece el dibujo digital de forma autodidacta, lo que le impulsó a estudiar la Licenciatura en Animación y Programación de Videojuegos en la UFG.
Con Josué Villafuente estudió el dibujo natural y con Luis Miguel Montes, a pintar con acuarela y acrílico. Fue Óscar Humberto Cornejo, afirma, con quien aprendió a hacer storyboards y animatics, “… todos ellos me han ayudado mucho a mejorar como artista, pero creo que quien me ha influido más es mi madre, ella me ha apoyado desde que empecé cuando era un niño”, enfatizó.
Precisamente, gracias a su mamá fue que conoció la iniciativa de Volarte, que en 2024 realiza la 10 edición de gigantografías consecutivamente y con el apoyo de Davivienda.
“… nuevamente nos unimos al colectivo de artistas ‘Voluntarios por el Arte’ VOLARTE, un grupo único en su tipo, que permite la conjunción del talento de artistas consolidados, emergentes y estudiantes; así como de diversas generaciones, quienes crean una colección de obras de gran nobleza, dejándonos atestiguar esos valores y talentos que nacen en el corazón humano, embellecen nuestro mundo y registran los detalles de la hermosa Creación”, afirma Gerardo Simán, presidente ejecutivo de Davivienda, en el catálogo correspondiente a la muestra de este año.
Para Jonatan Samuel Cabrera Segundo es muy positivo que se abran espacios como estos, que permitan a las nuevas generaciones de creadores descubrir sus propuestas.
“Para mi el arte visual es un medio en el que un artista nos puede contar mil y un cosas sin decir ni una palabra, una obra puede ser todo lo que un artista desee y más. Es un mensaje, no necesariamente uno fijo, un artista puede decidir entre darle un significado o dejar que el público interprete su obra”, concluye el universitario.