El nuevo "zar de fronteras" de Trump advirtió que está dispuesto a demandar y encarcelar al alcalde de Denver, el demócrata Mike Johnston, así como a los demás ediles y gobernadores que se opongan al plan para la deportación indiscriminada de 11 millones de inmigrantes irregulares en Estados Unidos.
Según informaron las agencias internacionales de noticias, el funcionario dijo que "el plan está en marcha", pues no puede esperar a la toma de posesión de Trump en enero, y los jueces ya están ordenando expulsiones de migrantes que solicitaron asilo.
Los gobernadores de California, Illinois, Washington, Oregon y Nueva York ya mostraron su oposición, no a que expulsen a torvos criminales, sino a deportar indiscriminadamente a personas trabajadoras y honradas, sin el debido proceso y sin respetar la ley.
Esto es lo más racional y lógico, porque Estados Unidos no puede quedarse sin millones de personas que trabajan y aportan a la economía haciéndolas aparecer como que todos son "delincuentes, enajenados y come-gatos", como los pretende mostrar Trump.
Florida ya sufrió este impacto con las leyes que decretó el gobernador DeSantis para cercar a los inmigrantes irregulares, muchos de los cuales debieron salir de Florida y dejaron paradas construcciones, comercios y otros rubros. Esto es como lo presenta el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, sobre la amenaza de Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones: "Es como si uno mismo se mete un tiro en el pie".
El periódico La Jornada publicó que si los mexicanos son aproximadamente la mitad de la población indocumentada, entonces deportar a todo mexicano sin papeles resultará en un desplome de entre 500 mil millones y un billón de dólares, lo que representa entre 2 y 3 por ciento del PIB de Estados Unidos.
El impacto macroeconómico, calcula el American Immigration Council, sería un desplome del PIB de entre 1 y 2 billones de dólares. Sólo sin los migrantes mexicanos, caerá 3% el PIB de Estados Unidos.
"Ahora mismo, los datos más recientes indican que tenemos 8 millones en oferta de trabajo en Estados Unidos, pero sólo 6.8 millones de trabajadores desempleados… Tenemos muchos empleos, pero no suficientes trabajadores para tomarlos. Si cada desempleado en el país encontrara un trabajo, aún tendríamos millones de ofertas de empleo más", escribió Stephanie Ferguson Melhorn, directora de Políticas de Fuerza Laboral y Trabajo Internacional de la Cámara de Comercio, citada por La Jornada.
Trump y Sheinbaum ya hablaron por teléfono y, según ella, no se tocó el tema de los aranceles, aunque sí el de los inmigrantes y el tráfico de fentanilo, pero Trump aseguró que México aceptó frenar la inmigración "de inmediato".
¿Qué gestiones se hacen por los salvadoreños?
México ya tiene un problema para atender a los migrantes que se quedan en su territorio y piden refugio, por lo cual no es extraño que acepte "colaborar", pero no le conviene una deportación masiva desde Estados Unidos, como tampoco le conviene a El Salvador, donde no se sabe de ninguna gestión en favor de los connacionales que serían afectados.
Como en su primer gobierno, Trump va a querer suprimir definitivamente los TPS, que se han mantenido por medio de gestiones en los tribunales, pero esto no será eterno.
Según las autoridades, hay casi 200 mil salvadoreños beneficiados con TPS, además de los que viven irregularmente pero trabajan honradamente, hacen lo que los nativos no quieren hacer y pagan impuestos.
Hay que comenzar a pensar cómo se puede abogar por ellos allá, pues acá no hay trabajo ni condiciones para que puedan sobrevivir. Las únicas facilidades que se están ofreciendo es para los que tienen asegurado un futuro, para los jubilados, pero no para los que necesitan trabajar. La "migración a la inversa" en prosperidad es una fantasía...