El paso de la Tormenta Tropical Sara por el país dejó pérdidas que por el momento son incalculables en la producción del maíz, frijol, maicillo y hortalizas en los departamentos donde mayor cantidad de lluvias se registraron.
De acuerdo con los agricultores, a partir de la primera semana de noviembre empiezan a doblar las plantaciones para luego sacar la producción del grano; lamentan que las actividades fueron interrumpidas por las lluvias que inundaron todas las parcelas agrícolas.
Los afectados aseguran que antes del 15 de noviembre tenían sospechas de una baja en la producción del frijol y maíz, tomando en cuenta que la primera semana del mes hubo constantes lluvias, pero no consideraron que el país sería afectado por la tormenta, que ya había causado daños en Honduras desde su formación en el Atlántico el 14 de noviembre.
La tormenta tropical Sara dañó más de 1.88 millones de quintales de maíz y frijoles, aseguró este martes la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), en su reporte preliminar sobre el impacto de las lluvias.
La tormenta dejó daños en 33,152 manzanas de cultivos de maíz, donde se perdieron más de 1.45 millones de quintales. La gremial calcula que la inversión que se ha esfumado para los productores es de $38.78 millones.
En los distritos de Lislique, en el departamento de La Unión; y Corinto, de Morazán, los agricultores hablan de pérdidas totales en sus parcelas, quienes aseguran que esa producción la tenían destinada para venderla a partir de enero del 2025, y otra para el consumo en el hogar.
Los miércoles es día de comercio en el distrito de Corinto, es decir donde los vendedores locales y de otros departamentos llegan a ofrecer una variedad de productos; entre esos las frutas y hortalizas, así como el frijol y el maíz que se producen no solo en Morazán, sino en las comunidades del norte de La Unión.
Hubo bastante movimiento del comercio ayer en el rubro de plásticos, ropa, carnes y lácteos; pero hubo mínima asistencia de vendedores que bajan de las comunidades rurales a vender el frijol o maíz. Los que llegaron lo hicieron para tratar de comprar alimentos para el consumo del hogar y conversar entre campesinos de las pérdidas que cada uno de ellos ha tenido en sus plantaciones.
Uno de los vendedores junto a su esposa llevaron las pocas vainas de frijol que lograron cortar, para escoger las buenas y sacar el grano para lograr vender al menos cinco libras, entre lo dañado y lo que se puede rescatar.
El bono de los $300 no representa ni la mitad de las pérdidas
El pasado 17 de noviembre, el Presidente Nayib Bukele ordenó en su cuenta de X la entrega de bonos de $300.00 a un aproximado de 1,000 familias de agricultores, junto con la distribución de 50,000 paquetes de alimentos para las personas afectadas.
Óscar Domínguez, viceministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), durante la conferencia de prensa dijo que el bono era para canjearlos por insumos agrícolas, y agregó que será aplicado a la tarjeta de bono agrícola que tiene cada agricultor.
Los agricultores manifestaron que ese bono no representa ni la mitad de las pérdidas económicas que tiene el sector, quienes consideran que lo más adecuado sería que ese bono sea entregado en efectivo, tomando en cuenta que la temporada de la siembra ha terminado.
Algunos hablan que los daños en su mayoría son totales, que no lograron sacar ni 10 sacos de maíz o frijol.
“No hemos calculado las pérdidas que tengo porque nos da aflicción hacerlo, pero le garantizo que toda la frijolera, el maíz y el maicillo, todo se perdió por la mucha agua que cayó; tenía planes de sacar 40 quintales de maíz y 4 quintales de frijol, una parte para venderlo en Corinto y otra para el consumo en la casa; y ese bono que anunciaron de los $300.00 no les cubre ni la mitad de los gastos”, expresó Cándido Salmerón, agricultor de la zona.
Salmerón explicó que en un día de trabajo pagó $450.00 en 30 mozos o trabajadores, cada uno ganando $15.00; solo para la limpieza del terreno, y los otros gastos para hacer la siembra; así, sus pérdidas son más de $1,000.00.
Guadalupe Ortéz, agricultor del distrito de Cacaopera, Morazán, dijo que ha perdido las hortalizas como los tomates, el pepino y los granos básicos.
“Son 10 hectáreas entre todos los cultivos que perdí por las lluvias; y lo más lamentable es que ni podré tener acceso del bono de los $300.00, he intentado que me incluyan en esos beneficios y nunca salgo favorecido”, describió.
Esteban Fuentes, otro productor de Morazán, dice que perdió una manzana de frijolera y otra de maíz; “perdí la producción de 15 quintales de frijol y 20 quintales de maíz para vender y el consumo”.
“Creo que sería mejor que ese bono lo entregaran en efectivo, porque uno puede comprar lo que más necesita, porque la temporada de la siembra ya terminó y será hasta mayo del otro año que se empezará”, agregó Fuentes.