El Salvador continúa registrando casos de muertes maternas en la red pública hospitalaria del país, los hechos conocidos han sido reportados por los mismos familiares de las víctimas en redes sociales, quienes han señalado aparente mala praxis y negligencia médica.
Desde marzo del año pasado a la fecha, han sido cuatro casos reportados en la zona oriental del país: tres muertes atribuidas al Hospital Nacional San Juan de Dios de San Miguel (dos de ellas fueron referidas, una desde el Hospital San Pedro de Usulután y otra desde el Hospital de Santiago de María); y la otra muerte fue asistida fuera de centros hospitalarios.
De ellos, uno fue llevado a juicio; todas las mujeres que murieron en esos partos habitaban en áreas rurales.
Esas cifras no dejan de causar preocupación entre la población, por ello la demanda de los centros de salud privados para asistencia de partos ha aumentado, pese a las limitadas condiciones económicas de las pacientes.
"A mí ya casi me toca y mi miedo no es tanto de si es cesárea o parto natural, mi miedo es morir por mala atención", expresó una embarazada.
Según el informe de resultados de enero a marzo de 2023 del Ministerio de Salud, de la Dirección Nacional de Hospitales, el cual es el más reciente al que se tuvo acceso, en ese periodo de tiempo se registraron dos muertes maternas por condición de salud; una de ellas de una mujer de 23 años, procedente del área urbana del municipio del Carmen, de Cuscatlán, quien según los registros tuvo un aborto no especificado incompleto más leucemia linfocítica aguda. Falleció el 21 de enero de 2023.
La otra muerte fue de una joven de 25 años, procedente del cantón Tierra Blanca del municipio de Zacatecoluca, en el departamento de La Paz, quien tuvo un cuadro de neumonía debido a otras bacterias aeróbicas gramnegativas, que le llevó a perder la vida. Murió el 31 de enero de 2023.
De acuerdo con ese informe, señalan que sus estadísticas reflejan desde el 2023 a la fecha, pocos casos registrados en el país comparados con los años anteriores, ya que son dos muertes menos que el año 2022, destacando un impacto positivo en la reducción de la mortalidad materna desde el 2023.
Sin embargo, posterior a ese periodo no hay registros de los cuatro casos de mujeres que perdieron la vida en partos en la zona oriental. Las autoridades se han mantenido con un total hermetismo.
Alondra Amaya de 20 años, fue la primer mujer reportada como fallecida después de ese periodo, por sus familiares en redes sociales, tras su deceso la noche del 16 de julio de 2023 por presunta mala praxis, tras dar a luz a su hija por una cesárea en el Hospital Nacional de San Miguel, procedimiento en el cual aseguraron que el médico a cargo le perforó el intestino grueso; a raíz de eso, la joven murió a los dos días. Ella era originaria del distrito de Chirilagua.
El caso fue el único entre esos períodos que se ha conocido con proceso legal en los juzgados de la región. Tras la denuncia, su alta difusión llegó hasta el Ministerio de Saludl que posterior a lo sucedido emitió un comunicado informando sobre la sanción de despido del médico a cargo, bajo las causales de "omisión del protocolo de atención médica en detrimento a los pacientes". En el mismo se notificó a la Fiscalía General de la República.
El 21 de julio, las autoridades policiales reportaron la captura del médico, identificado como Carlos Romero, de 28 años, bajo el delito de homicidio culposo. En el proceso judicial resultaron implicados otros cinco médicos y dos enfermeras. El 9 de agosto de ese mismo año, el caso concluyó tras el pago de la fianza del imputado, quien recobró su libertad.
En otros casos no reportados por Salud, el 2 de abril de 2024, Flor Idalia Hernández, de 27 años, originaria de Jucuapa, tuvo un parto asistido en su casa por decisión propia y murió; y Alixon Flores, de Jiquilisco, también de Usulután, falleció el 17 de agosto de 2024 a sus 22 años, según sus familiares por una hemorragia producida al corte del cordón umbilical en el Hospital de San Miguel, referida del Hospital de Usulután.
Meses después, un caso similar se registró en el Hospital Nacional de Santiago de María, Usulután; según denuncia de familiares, hubo mala praxis. Ella fue referida al Hospital de San Miguel, donde murió. Era originaria de Berlín.
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Los rangos de edad de estas mujeres oscilaban de los 20 a los 27 años, pero la información de los familiares de las víctimas contrasta con la opinión de los médicos.
El personal de salud, tanto de la red pública como privado, ha expresado que existen riesgos al momento del parto, por condiciones laborales inadecuadas, mala alimentación, condición de salud por alguna enfermedad, entre otros; por esa razón, instan a que las mujeres en esa etapa inicien con controles prenatales antes de la concepción, para evaluar si están en las condiciones adecuadas para tener un bebé.
"El riesgo de complicaciones del embarazo es mayor en las mujeres procedentes de áreas rurales y asentamientos precarios urbanos en los cantones, por la determinación social de sus condiciones de vida como el hacinamiento, ausencias de servicios básicos, baja escolaridad, pobreza y las barreras geográficas económicas y culturales", detalló el informe del MINSAL.
El informe expuso que el Hospital Nacional de la Mujer, en San Salvador, ha incrementado la proporción de casos complicados con morbilidad obstétrica extrema referidas de las maternidades a escala nacional, y que reciben cuidados especializados en la unidad de pacientes críticos.
Todos esos factores son tomados en cuenta en un proceso judicial.