Varias personas y empresas, incluso medios de comunicación, que durante años publicaron en Twitter y lo convirtieron en el espacio de intercambio de noticias y opiniones principal del mundo, están huyendo de X - y de Elon Musk. El prestigioso periódico británico The Guardian publicó su carta de despedida a la plataforma, y explicó el porqué: “X es una plataforma mediática tóxica y su dueño, Elon Musk, está usando su influencia para manipular el discurso político”. Por esto, el Guardian se retira de X.
Es un error. Muestra ‘corrección política’, pero es una política equivocada.
Luego de la campaña electoral en Estados Unidos, en la cual Musk jugó un papel primordial en apoyo a Donald Trump, sus peores teorías de conspiración y sus discursos más divisivos, no hay duda que esta afirmación del Guardian es cierta. Musk es tóxico y contamina a la plataforma X. La que no creo cierta es la otra afirmación del periódico: “Los beneficios de estar en X ahora se encuentran sobrepasados por los efectos negativos y nuestro periodismo puede promocionarse mejor en otros espacios.”
Lo dudo. ¿En qué espacios? A veces, viendo la basura flotando en X, también tengo ganas de salirme. No lo hago, porque no hay una alternativa real.
Se ofrecen varias plataformas alternativas: Threads -parte del imperio Meta-Facebook de Mark Zuckerberg- es la más grande, con 275 millones de usuarios. No parece tan enano en comparación a los 611 millones de X. Pero es enano en cuanto al su poder de comunicación. Threads es un chiste, un enano sin dientes. Es cierto, en esta plataforma uno encuentra notablemente menos basura, menos ataques personales, menos mensajes de amenaza que en X – pero también mucho menos información, menos opiniones relevantes, menos debate. Es aburrido. No es una alternativa para informarse, ni mucho menos para ser partícipe de debates. Además, ¿por qué huir de Elon Musk para quedarse con otro oligarca de Silicon Valley, Zuckerberg? Este hombre ha creado Facebook e Instagram, dos plataformas ahora inundadas de publicidad y convertidas en minas de información – pero para la industria publicitaria, no para los usuarios. Yo tengo una cuenta en Threads, publico en ella desde hace un año, pero sin encontrar eco, sin lograr abrir debates. No es una alternativa a Twitter/X. Nadie puede meterse en Threads y esperar informarse de lo que está pasando en el mundo – o esperar abrir un intercambio de ideas.
X sigue siendo el espacio, el único. A pesar de Elon Musk y su acercamiento a Trump, en cuyo gobierno tendrá un papel central y tóxico. A pesar de la presencia, posiblemente favorecida por el algoritmo modificado desde que Musk tomó control de Twitter, de tantos contenidos de desinformación. Elon Musk no ha podido destruir Twitter. Lo ha modificado, pero no ha podido erradicar lo que era la esencia de Twitter: el intercambio ágil de noticias y opiniones; las ganas de debatir y polemizar; el sentido del humor. Hay mucha desinformación, pero ¿adónde no la hay en este tiempo de la postverdad? Y todavía hay en X mucho más información que desinformación. Hay insulto, pero también hay debate, humor, prosa creativa. Más que en cualquier otra red social.
No me digan que TikTok se una alternativa. Si en X flota basura, en TikTok es un océano de basura, no sólo de desinformación, sino sobre todo de tonterías. En este mar de pendejadas y exhibicionismo cualquier mensaje serio se pierde.
Me quedo en X. Tampoco me salgo de mi súper, sólo porque vende cosas que me dan asco. Tampoco retiro mi libro de Amazon, sólo porque ahí también publican libros asquerosos. Así es en cualquier librería. Me niego a dejarme quitar espacios que durante años han sido míos. Que coma chucho Elon Musk, me quedo y sigo jodiendo en lo que él piensa que es su jardín. No lo es. Es nuestro. De todos.
Háganlo igual, amigos. No se corran de la cocina sólo porque hay humo.
Saludos, Paolo Luers