El exjugador brasileño Adriano Leite Ribeiro, conocido mundialmente como el "Emperador" ha sido visto en múltiples oportunidades con una vida muy diferente a la que normalmente tendría un exjugador, porque no oculta su frecuente consumo de alcohol, entre otras cosas.
Sobre cómo llegó a este punto tan radical de lo que fue su vida, lo escribió en una dura carta que ha sido publicada este martes en "The Players Tribune", una plataforma donde atletas de diversos deportes exponen sus historias o puntos de vista sobre lo que pasa en el mundo.
Cuando Adriano "El Emperador" le 'rompió' la meta a Casillas
"¿Sabes lo que se siente ser una promesa? Lo sé. Incluyendo una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo. Me gusta esa palabra, desperdicio. No solo por cómo suena, sino porque estoy obsesionado con desperdiciar mi vida. Estoy bien así, en un desperdicio frenético. Disfruto de este estigma", son las primeras líneas de un escrito que rápidamente se han hecho virales.
En su carta, Adriano sentencia que no consume ningún tipo de drogas ni es un delincuente, asegura que va al mismo lugar todos los días a tomar, "Bebo cada dos días, sí. (Y los otros días también.)", afirmó.
Sobre cómo llegó a tomar de esa forma, el exjugador del Inter de Milán afirmó que lo hace porque se siente complicado al ser una "promesa que sigue en deuda". En la misiva invita al lector a acompañarlo virtualmente desde su casa en la Barra de Tijuca hasta el Complexo da Penha de la Vila Cruzeiro, la favela donde creció.
Habla sobre su vida y dedica palabras a su padre, Almir Leite Ribeiro "Mirinho", con quien dedicaba los sábados para jugar al fútbol y recordaba cómo al aterrizar de sus temporadas en Europa buscaba a sus amigos para jugar como en los tiempos de infancia por la cancha.
"La muerte de mi padre cambió mi vida para siempre. Hasta el día de hoy, es un problema que aún no he podido resolver", sentencia luego de contar lo que hacía día a día por los niños de la Villa y que fue alcanzado por una bala perdida cuando él tenía 10 años, lo que lo dejó con convulsiones hasta su fallecimiento.
"Aún así, Seedorf fue un gran amigo. Él y su esposa prepararon la cena para sus seres más queridos en Nochebuena y me invitaron. Wow, este hermano tiene un gran nivel. Imagínense la recepción navideña en su casa. Una elegancia que tienen que ver. Todo estuvo muy lindo y delicioso, pero la verdad es que yo quería estar en Río de Janeiro", destacó sobre la influencia de Clarence Seedorf en sus primeros años en el viejo continente.
"La gente decía muchas estupideces porque todos estaban avergonzados. “Vaya, Adriano dejó de ganar siete millones de euros. ¿Lo dejó todo por esta m…? Eso es lo que más he oído. Pero no saben por qué lo hice. Lo hice porque no me encontraba bien. Necesitaba mi espacio para hacer lo que quería hacer", expresó tajante sobre por qué dejó Europa y afirmó ver a su papaa en los callejones de la villa.
La carta termina con un mensaje a los aficionados, que sigue volviendo a diario a la villa porque "Vila Cruzeiro es mi lugar".