A todos nos encantan las historias de los más vulnerables. Son esas victorias inesperadas que capturan nuestra atención, nos recuerdan que en el deporte no siempre gana el favorito, y que los gigantes también pueden caer.
Este es precisamente el caso del Atlanta United sorprendiendo a todos al eliminar al Inter Miami de Lionel Messi en la primera ronda de la postemporada de la MLS. Con un triunfo tan inesperado, que genera una pregunta crucial: ¿qué significa esto para la MLS y su dependencia en Messi?
¡Messi e Inter Miami son eliminados en la MLS!
La liga había apostado todo a Messi. Desde su llegada a Miami, el marketing de la MLS giró en torno a él, como si fuera el eje sobre el cual se sustentaría todo el espectáculo de la postemporada. Su imagen estaba en vallas publicitarias, redes sociales, anuncios de televisión, e incluso en todas las pantallas en Times Square.
La liga soñaba con una marcha triunfal de Messi y su equipo hacia la gloria de la MLS Cup, una estrategia que, en papel, parecía destinada al éxito. Sin embargo, esos planes no contemplaban la posibilidad de que el Atlanta United diera la sorpresa y dejara fuera al Inter Miami en una serie de juegos llenos de emoción y drama.
Esta inesperada derrota deja a la liga en una encrucijada. Sin Messi en la contienda, el atractivo para millones de nuevos seguidores se desvanece, al menos en parte. ¿Cuántos de esos fanáticos, que se suscribieron al MLS Season Pass exclusivamente para ver al argentino, mantendrán su interés en partidos como Orlando City vs. Atlanta United o Los Angeles FC contra Seattle Sounders? La popularidad de Messi impulsó el mayor crecimiento de suscriptores que Apple ha visto en la plataforma, pero sin él, el futuro de esta base de seguidores es incierto.
Aquí, la MLS debe preguntarse: ¿qué pasará cuando Messi ya no esté en la liga? La fuerte dependencia de una sola estrella, por talentosa y popular que sea, puede ser una estrategia riesgosa a largo plazo. Si el objetivo era utilizar a Messi como un catalizador para cimentar una base de seguidores fieles y entusiastas, entonces la liga tiene la oportunidad de aprender de esta eliminación temprana. Este podría ser un punto de inflexión positivo, una llamada de atención que permita a la MLS replantearse su identidad y objetivos a largo plazo.
La realidad es que el actual formato de playoffs puede no ser el ideal si el objetivo de la liga es priorizar a sus estrellas en el escenario más grande. Tal vez la estructura y la programación deba adaptarse para garantizar que los mejores equipos y jugadores tengan más oportunidades de brillar hasta el final.
La reciente propuesta de adoptar un calendario de invierno estilo europeo para el 2026 muestra que la MLS está dispuesta a explorar cambios estructurales importantes. Sin embargo, antes de dar el salto, la liga debe aclarar qué quiere ser en realidad y contestarse la siguiente pregunta: ¿una liga competitiva que celebra a todos sus equipos o una liga que se sostiene en el brillo de una figura estelar?
El ejemplo de la Premier League, que se ha posicionado como la liga más competitiva del mundo al priorizar los equipos por encima de un solo jugador, podría ser inspirador. La MLS ha optado por un camino distinto, concentrando su narrativa en Messi y el Inter Miami. Sin embargo, una liga que aspire a tener un impacto global necesita algo más que el carisma de un solo jugador. La victoria del Atlanta United, aunque haya sido una historia para el recuerdo, deja en evidencia que una liga no puede vivir únicamente del brillo de un astro.
La MLS tiene ahora en sus manos la posibilidad de construir una identidad que celebre tanto el talento individual como el colectivo. Messi ha dado a la liga una plataforma invaluable, pero si los nuevos seguidores desparecen al primer golpe de realidad, el esfuerzo habrá sido en vano.