La Justicia de Río de Janeiro ordenó liberar a diez de los veintiún seguidores de Peñarol que fueron detenidos por su presunta participación en actos vandálicos en esta ciudad brasileña horas antes del partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores contra Botafogo.
No obstante, el grupo de uruguayos está impedido de salir de Brasil, pues tiene que cumplir varias medidas cautelares para evitar permanecer en prisión.
Según la sentencia del Juzgado Especial del Aficionado y de los Grandes Eventos de Río, el grupo tendrá que acudir dos veces al mes a la sede de ese despacho para justificar sus actividades, estará prohibido de asistir a eventos deportivos y tendrá que permanecer en el país hasta la fecha del juicio .
Los acusados responden por delitos como lesión corporal, robo, resistencia, desacato, injuria racial y por promover tumultos, incitar a la violencia e invadir áreas restringidas a los árbitros en eventos deportivos.
Los hechos ocurrieron hacia el mediodía del 23 de octubre en la playa Recreio dos Bandeirantes, en el oeste de Río, donde fanáticos uruguayos saquearon comercios, destruyeron quioscos, incendiaron un autobús y motocicletas, y atacaron a policías y bañistas con palos y piedras.
También se registraron incidentes posteriores al partido en el que Botafogo goleó por 5-0 a Peñarol y la policía debió ingresar a la tribuna visitante para contener a los mas exaltados.
En el partido de vuelta, Peñarol venció en casa, pero el resultado no le alcanzó para avanzar, por lo que Botafogo se medirá en la final de la Libertadores con el también brasileño Atlético Mineiro.
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