“Como que la tierra se lo ha tragado”. Con esas palabras, la hermana de Gerardo Antonio Arce Rivas, de 35 años, confirmó que no han tenido conocimiento de su paradero luego que lo vieron por última ocasión, el 28 de septiembre, en las proximidades del Seguro Social, del distrito de Ahuachapán, en Ahuachapán Centro.
El joven, quien es originario del distrito de Concepción de Ataco, cumplió 38 días de estar desaparecido y a pesar de que amigos y familiares han salido a diferentes lugares cercanos de la localidad para tratar de encontrar respuestas de lo que ocurrió, la búsqueda no ha tenido los resultados esperados.
Además continúan llamando a su número telefónico; pero nadie responde. El aparato está apagado.
La Policía Nacional Civil (PNC) le ha comunicado a la familia que están investigando el caso.
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“Sólo le pedimos a Dios que él nos de la fuerza y fortaleza. Lo que queremos es encontrarlo, sea como sea que Dios lo quiera entregar. Pero estar así es una angustia, viera qué difícil estar pensando día y noche cómo está él, si vive todavía o ya no”, relató la hermana.
Agregó que en tres ocasiones se han organizado amigos y familiares para buscarlo a sitios cercanos de Concepción de Ataco, entre ellos, el cementerio y un beneficio que se encuentra sobre la carretera que conduce al distrito de Ahuachapán, entre otros lugares.
El día que el joven desapareció, trabajó durante la mañana en una maquila en Ahuachapán.
Luego la familia lo dejó en las proximidades del Seguro Social mientras se disponía a realizar otras diligencias.
La familia no encuentra explicaciones sobre qué es lo que pasó ya que el día que desapareció “lo vimos normal”; tampoco les comentó que tuviera algún problema.
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“El más grande (de los hijos) dice que le pide a Dios que aunque sea golpeado lo quiere encontrar; es bien duro escucharlos. Por favor, si lo han visto que lo hagan saber; a las autoridades, que sigan trabajando y que no vayan a abandonar el caso porque no es de los que se metía en problemas, que nos ayuden a encontrarlo”, expresó la familiar.
Los familiares de Arce Rivas tuvieron contacto con él el 28 de septiembre; un día después, le enviaron mensajes a su teléfono celular, pero no tuvieron contestación.
El lunes 30 de septiembre, recibieron una llamada telefónica del trabajo donde preguntaron por él ya que no se había presentado.
Desde entonces, la angustia de la familia ha aumentado al no encontrar explicaciones de lo ocurrido.