Desde octubre 2023, Bancoagrícola en alianza con la Fundación Domenech trabajan por la sostenibilidad ambiental a través de la "Cuenta del Mar", un proyecto diseñado para preservar los manglares del Estero Jaltepeque en El Salvador. Ahora, Mastercard se suma a esta iniciativa.
De acuerdo con Rafael Barraza, presidente ejecutivo de Bancoagrícola, la "Cuenta del Mar" ha tenido un impacto notable en la conservación de estos ecosistemas y en el bienestar económico y social de las comunidades costeras, especialmente en la Isla de Tasajera.
La población del cantón San Rafael Tasajera está compuesta por más de 850 personas: conformada por 422 mujeres y 430 hombres. Los medios de subsistencia de las 197 familias que habitan en el cantón provienen de los recursos naturales extraídos del mar y del Estero Jaltepeque.
“Desde nuestro propósito de promover el desarrollo sostenible para lograr el bienestar de todos, abrimos la 'Cuenta del Mar', para contribuir a cuidar y preservar nuestros océanos que son una pieza fundamental por lo que representan para el medio ambiente. Con este proyecto, además de haber intervenido 6.7 km de manglares en la primera etapa, superando nuestras expectativas, también llevamos un beneficio económico a las familias que viven de la pesca, empoderando a mujeres de la comunidad y generando consciencia ambiental en todos los miembros de la comunidad”, dijo Barraza.
Logros alcanzados
En la primera fase del proyecto, se intervinieron 6.7 kilómetros en los canales estuarinos Mamasoca y El Desierto, mediante la aplicación de la técnica de "Restauración Ecológica de Manglar", superando la meta inicial de 5 kilómetros. Esto mejoró el paisaje, el ecosistema, el cauce hídrico y aumentó la sobrevivencia de especies residentes, visitantes ocasionales y migratorias.
Además, se implementaron medidas de protección, como la creación de un canal vedado que prohíbe la pesca de todo tipo dentro del canal de manera permanente, bajo la oficialización de Resolución Ministerial: R-03-24, Diario Oficial N° 8 Tomo 443, con el objetivo de proteger el espacio como un vivero natural.
Entre los logros alcanzados también destacan la construcción de un corral de conchas para la cooperativa femenina “Estrellitas de Mar”; el aumento en el reconocimiento y respeto por el trabajo de extracción de curiles; la creación de nuevas oportunidades laborales para mujeres de la isla; y el incremento en la independencia financiera y el empoderamiento económico de las mujeres.
A la vez, el proyecto ha logrado el desarrollo de habilidades técnicas en comunidades costeras mediante el aprendizaje del uso de herramientas digitales como Kobocollect, manejo de motosierras y conducción de lanchas; el incremento de los ingresos mensuales de microempresarios lancheros que brindan servicio de turismo ecológico y transporte acuático en la zona; la contribución al mantenimiento del estado de la biodiversidad acuática en el Estero de Jaltepeque; la siembra de 1,000 candelillas de mangle en áreas degradados; y la contratación de +1600 jornales trabajando bajo el modelo de trabajo por restauración.
“Nuestra prioridad es mejorar continuamente el impacto ambiental de nuestras operaciones. Nos comprometemos a que nuestros productos y soluciones se construyan sobre una red de eficiencia energética y se alimenten de recursos renovables. Además, tenemos un firme compromiso por combatir el cambio climático, con el objetivo de reducir nuestras emisiones absolutas de gases de efecto invernadero en un 38% para 2025. Para lograrlo, es fundamental colaborar con nuestros socios en iniciativas que eduquen, inspiren e incentiven a los tarjetahabientes a luchar contra el cambio climático”, indicó Francisco Milian, country manager para Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice en Mastercard.
La conservación de los manglares es esencial para la captura de carbono azul, un proceso clave en la mitigación del cambio climático. Margarita Ayala de Alemán, directora de Fundación Domenech, subraya el impacto de estos “pozos de carbono”, que son capaces de secuestrar CO2 con mayor rapidez que los bosques tradicionales, incluso aunque sean de menor tamaño.
"Jaltepeque ha sido por más de 16 años, la principal zona de impacto de Fundación Doménech, y esta iniciativa ha permitido palpar de manera inmediata los resultados. Sobre todo, el manglar ha mejorado su estado de salud beneficiando no solamente a las comunidades costeras, sino al país entero como una de las principales zonas de amortiguamiento contra desastres naturales", apuntó Ayala.
Con esta iniciativa, el banco complementa las acciones que ya se están desarrollando para acompañar proyectos que tienen impacto medioambiental, como iniciativas de energía limpia, electromovilidad y prácticas agrícolas sostenibles.
También, Bancoagrícola reafirma su compromiso con la sostenibilidad cuidando el mar desde el corazón, y apoyando de forma integral iniciativas que generan impacto ambiental, social y económico en el ecosistema costero-marino.
“Como Bancoagrícola, nuestra estrategia es la sostenibilidad y tenemos un compromiso con El Salvador más allá de nuestro negocio, y estamos seguros de que en esta segunda fase de la 'Cuenta del Mar', junto a la fundación Doménech y Mastercard, vamos a generar más resultados positivos en lo ambiental, social y económico”, finalizó el presidente ejecutivo de Bancoagrícola.