El futbolista y volante salvadoreño Pablo Punyed fue una ausencia notable en el tramo final para el Víkingur Reykjavík de Islandia.
Punyed, lesionado en agosto, no pudo ser parte del club rumbo a la final de Copa de Islandia y la fase final de la liga, llamada localmente "Urvalsdeild".
Si bien los dirigidos por Arnar Gunnlaugsson llegaron a la gran final del torneo copero y con la posibilidad de repetir el campeonato liguero hasta la última jornada, ninguno fue posible.
Víkingur logró llegar a los partidos definitivos sin el salvadoreño.
Sin embargo, no pudo hacerle frente a los rivales en las más grandes citas con Punyed fuera de la cancha. Simplemente por más que se lo propuso, no lo consiguió.
En estos días hablar de títulos perdidos por la ausencia de un jugador no es algo usual en la élite. Parece "cuestión del pasado".
Sin embargo, eso es una realidad que muestran fríamente las estadísticas desbaratando opiniones subjetivas.
Por ejemplo, Rodrigo Hernández, reciente ganador del Balón de Oro 2024, tiene una marca kilométrica de juegos al hilo sin perder con Man. City.
Y así podríamos hablar sobre otros casos que tienen menos prensa.
Claro que un jugador sigue haciendo la diferencia en un equipo, pero la labor de los entrenadores es hacer todo lo posible para que el plantel no lo resienta. Ahí es donde está el reto.
Víkingur supo sobrellevar en los dos torneos locales el poder jugar con éxito, sin Pablo Punyed, en más de un 90% de encuentros restantes a partir de su lesión.
Pero en las dos citas de mayor peso, un Punyed ausente fue muy resentido en el equipo.
En ambos cotejos (final de copa y partido definitivo de liga) se vio un Víkingur al que le faltó tranquilidad, calma para saber manejar los tiempos.
Una labor que Punyed sabe hacer muy bien, y que tal parece, nadie más la puede realizar en el club.
Aron Elís Thrándarson fue el encargado de reemplazar a Punyed para la recta final de temporada en el balompié local.
Thrándarson es de un perfil distinto. Más alto, menos tiempiesta, con menos pegada... pero eso lo compensaba con una gran zancada, ubicación y fortaleza en el juego aéreo.
Sin embargo, Víkingur necesitó de Punyed en los dos juegos más críticos y comprobó que es irremplazable.
Punyed, ya un experto en ser mediocentro, dotó regularmente al Víkingur de la tranquilidad que necesitaba, así como el mirar huecos para habilitar, saber cuándo acelerar y cuando pausar...
Cosas que, por más que se tenga físico, son virtudes de la inteligencia, del saber tomar las mejores decisiones.
Si bien el Víkingur logró ganar su primer partido en competiciones continentales (por UEFA Europa Conference League) lo cierto es que la ausencia del salvadoreño la seguirá resintiendo probablemente hasta que se recupere.
Con la gran cantidad de variantes que un entrenador debe manejar hoy en día, el "me hizo falta fulano" está prohibido admitirse en las conferencias de prensa...
Pero puertas adentro, en los vestuarios, en la cancha, la realidad sigue siendo esa. Muchas veces un sólo jugador puede seguir haciendo la gran diferencia. Comprobado.
Hablamos nada menos que del mejor jugador en la liga de Islandia 2023, y que por razones de salud, no pudo repetir tal hazaña. Pablo Punyed.