La reducción de la cantidad de municipios del país le ha permitido al gobierno central evadir su responsabilidad de asumir el desarrollo local, señala un estudio de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Sociales (FUDECSO).
Investigadores de FUDECSO presentaron este lunes las principales conclusiones de consultas a ocho grupos focales, distribuidos en el territorio, sobre la percepción en "Democracia y participación ciudadana en el ámbito local" y "Democracia y gobernabilidad a nivel nacional".
Una conclusión es que se vulnera la autonomía municipal, pues en algunos territorios las asociaciones comunales tenían la posibilidad de proponer y decidir junto con los concejos municipales los proyectos que se apoyarían con los fondos por año. También se consideró que se anuló la descentralización de funciones del Estado y que la Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM) no ha demostrado efectividad para atender las demandas locales.
"Hicieron algún tipo de observaciones, por ejemplo, que haber creado la DOM lo que estaba ocultando era un procesos de privatización del uso de los fondos y privatizándose, en ese sentido, el desarrollo local", dijo David Mena, investigador del estudio.
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Recordó que con acciones de la DOM se creó la empresa Constructora El Salvador, la cual, al ser privada, no estaría bajo fiscalización de la Corte de Cuentas de la República.
"Debería de incluirla porque ahí hay aportes de la DOM, que es un ente nacional, y que por lo tanto está obligado por la ley de la Corte de Cuentas a entregar informes sobre el uso de esos fondos", expuso Mena.
Incluso los proyectos locales también estarían a decisión del organismo centralizado. Mena mencionó que el grupo focal de Tecoluca expuso que una de sus peticiones son las bordas de protección ante inundaciones del río Lempa; pero que, en cambio, las intervenciones se hicieron en el parque de San Vicente bajo un enfoque de atracción del turismo.
Otro de los aspectos que es que se pide la devolución del porcentaje del Fondo para el Desarrollo Económico y Social (FODES) a los municipios; pero con más controles administrativos y legales para evitar la corrupción.
Pérdida de identidad
En cuanto a la reestructuración municipal, otro de los hallazgos es la pérdida de identidad de parte de los habitantes con respecto a los nombres de los nuevos municipios. “Es decir, la gente siente y resiente que ha perdido el nombre de su pueblo”, agregó.
Además de la confusión en la administración municipal, reducción de la participación ciudadana y menos posibilidad de atender mejor un territorio más grande.
“Hubo en dos lugares, en La Unión y en Santa Ana, donde dijeron el temor de que las cabeceras distritales de los nuevos municipios carguen con los costos de mantener distritos que no tienen suficientes fondos para funcionar”, expuso Mena.
De ahí que, además de restaurar el FODES, proponen que haya una mayor veeduría ciudadana, restablecer la rendición de cuentas, acercamientos con empresas privadas para buscar el desarrollo y gestionar servicios vitales ante gobierno central.
Democracia minimalista
El estudio sobre democracia y gobernabilidad refleja que la democracia se encuentra en sus niveles más bajos desde las reformas políticas generadas por los Acuerdos de Paz, debido al irrespeto a la Constitución de la República, el resurgimiento de la represión y la ausencia de alternativas políticas competitivas al poder en turno.
Aunque en los grupos focales se concluyó que la democracia es el sistema político más conveniente, las personas participantes también señalaron que no hay una independencia de poderes en el país.
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“Cuando el Ejecutivo prácticamente dice lo que debe de hacer el Legislativo y el Judicial y cuando las instituciones que deberían tener autonomía, como la Universidad de El Salvador o el Banco Central de Reserva no la tienen, entonces la institucionalidad democrática se va a alterando”, dijo el investigador Francisco Marroquín.
Agregó que hay un “franco deterioro de la democracia formal” y que se ha reducido el carácter republicano, democrático y representativo de El Salvador. “La representatividad de un solo color no existe”, sostuvo.
Por lo que se considera que existe una democracia minimalista. “Consiste en que realiza elecciones periódicamente, toma en cuenta el proceso electoral, pero no la esencia del sistema, no sus instituciones, sino que se reduce al mínimo”, agregó.
Otro de los hallazgos es que el régimen actual de basa en propaganda, uso de la fuerza y dádivas.
“Decían en estos departamentos que miembros de la fuerza armada acosan a jovencitas de secundaria, no las respetan. Van creando una actitud bastante incompatible con su misión legal, con su misión institucional".
Entre las propuestas de solución están la construcción de una nueva opción de poder a partir de la sociedad civil, porque las instituciones políticas surgidas de la guerra se han desgastado. También construir nuevas alianzas sociales y políticas con capacidad de debate y con capacidad de propuesta.