Comunidad de Ahuachapán repara calles pero necesita materiales para varios tramos

Residentes del caserío El Quebrachal, en el cantón La Danta, en el distrito de Ahuachapán, Ahuachapán Centro, se han unido para reparar varios tramos de calle que conducen al río Paz; sin embargo, son cerca de dos kilómetros los que se encuentran en mal estado, por lo que los recursos con los que cuentan, que han sido donados por la misma población local y apoyo del extranjero, no son suficientes.

Las personas han tomado dicha iniciativa ante la falta de mantenimiento por parte de la municipalidad. Algunos señalaron que la última ocasión en que recuerdan que la alcaldía envió maquinaria al caserío, fue hace seis años.

Con donaciones económicas para comprar cemento y grava, habitantes de la zona han construido el “cinteado” de dos tramos, uno que es de veinte metros de longitud, en cada lado, y otro de 26.

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La arena la han obtenido del río y la piedra la han recolectado en la misma comunidad, lo que se ha traducido en un ahorro económico. Los trabajos los realizan de forma voluntaria.

Los dos tramos intervenidos son pendientes y eran los que peor se encontraban en la vía, ya que se habían formado agujeros debido a que, cada vez que llueve, el agua baja por la calle, al no contar con un sistema de drenajes.

Las personas prevén realizar otros “cinteados” en tres tramos; uno de ellos, es el más difícil de transitar por los vehículos, sobre todo aquellos de transmisión sencilla.

De hecho, en una de las referidas áreas se logra observar las marcas de las llantas de los vehículos que han quedado en la calle, en el intento de los conductores por transitarla. Esa área tiene 150 metros de longitud.

Es la primera ocasión que la comunidad se organiza para la construcción de “cinteados”; pero cada año mejoran la calle del caserío a través del llenado, con la misma tierra y piedras, de los agujeros que se forman durante el invierno.

Una de las residentes, Jacqueline Rivas, relató que “sufrimos mucho” porque la calle se arruina durante el invierno.

“Las mismas personas del lugar que habitan son las que se proponen andar tapando hoyos y baches que se hacen, y abriendo cunetas; esa es la realidad que estamos viviendo en este lugar”, dijo.

La condición económica de las familias y el estado de la calle no permite que los residentes tengan vehículos.

Pero en la comunidad hay aproximadamente cinco que son de doble tracción. Cuando un miembro de la familia se enferma, las personas piden de favor a sus propietarios para que los trasladen al centro asistencial. Aunque no pagan el viaje, sí dan $15 o $20 para el combustible; en la noche puede ser más dinero.

Los tramos que están reparando no son únicamente los que están en peores condiciones; sino que también se encuentran en la ruta más accesible hasta la carretera pavimentada. Por ello  es que están realizando un esfuerzo propio para su intervención.

Utilizar dicha ruta, si la vía estuviera en buenas condiciones, les requiere 15 minutos, aproximadamente, para llegar hasta la pavimentada, del lado del cantón Las Chinamas. Hacerlo por el tramo “más transitable” dura entre 40 y 60 minutos.

Una de las personas que se ha involucrado en los trabajos, Romeo Gómez, señaló que la idea surgió al ser una comunidad grande y que está “en un total abandono; entra un alcalde, entra otro, ofrecen de todo y en ningún tiempo se ha cumplido (y) viendo la necesidad que es una calle principal”.

Los trabajos de “cinteado” iniciaron esta semana luego de realizar una colecta económica para “arreglar lo más feo”.

Al menos 37 personas se han sumado a la ejecución de los trabajos; otros han aportado económicamente para la compra de los materiales. La recolección de los materiales inició a mediados de octubre.

En los dos tramos intervenidos han utilizado ochenta bolsas de cemento, cuatro camionadas de arena, seis metros de grava y las piedras recolectadas por la comunidad.

Son cerca de 300 metros lineales de calle, en los cinco tramos, los que prevén intervenir; pero dependerá si logran nuevas ayudas.

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La iniciativa fue publicada en la página de Facebook de la comunidad, llegando a conocimiento de la alcaldía de Ahuachapán Centro, que les ofreció la donación de bolsas de cemento.

Además, esta semana la comuna envió maquinarias para la conformación de la calle principal de La Danta Centro.

“Le vamos dando aunque sea despacio, esperando en Dios que sigamos haciéndole algo porque así como está (la calle) estamos mal. Aquí se enferma alguien (y) no hay tales de salir, sólo chineado o en una moto porque aunque sea rebotando bajan; pero en vehículo es difícil en el invierno”, relató Gómez.

Uno de los cuatro albañiles de oficio que se sumó a la iniciativa y que también reside en el caserío, César Chávez, relató que otro de los propósitos del esfuerzo es que muchas familias tienen sus cultivos en la zona de la comunidad  donde la calle está más dañada. Las familias cultivan maíz, maicillo y frijol.

Ayuda municipal

El alcalde de Ahuachapán Centro, Carlos Milla, confirmó que donará cemento para que los habitantes del caserío El Quebrachal reparen los tramos de difícil acceso. A lo que se suma la intervención de la calle principal del cantón con maquinaria. La cantidad de cemento dependerá de la solicitud que realice el caserío.

“La diferencia de nosotros es que con lo poquito que tenemos trabajamos todo el tiempo, permanentemente, y por eso es que hemos logrado llegar hasta ahí, porque no guardamos la maquinaria y nos quedamos esperando la campaña (electoral), sino que le empezamos a dar desde que llegamos. Entonces, poco a poco hemos logrado llegar a lugares que no se habían llegado, por la situación económica también”, dijo el edil, al consultarle sobre el tiempo que las calles de El Quebrachal no han recibido intervención.

El munícipe señaló que a la fecha han rehabilitado el 40% de los caminos vecinales del distrito de Ahuachapán. En los próximos días contratarán otros dos equipos para cubrir más zonas, con la finalidad de que las comunidades tengan vías transitables en el periodo que están sacando sus cosechas.

En estos trabajos, los beneficiarios aportan recursos para la ejecución de los mismos.