En El Salvador se cumplen normas mínimas de la democracia, según arrojó un estudio de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Sociales (Fudecso) en el que se realizaron grupos focales y consultas digitales con personas de diferentes distritos del país.
“Se cumplen algunos preceptos mínimos de democracia, por lo cual se identifica que ya existe la democracia, aunque esto no sea suficiente. Por eso ilustramos, que ilustra la gente, que hay procesos electorales periódicos, pero se ignora la institucionalidad y los principios y valores democráticos”, expresó el investigador Francisco Marroquín.
El presidente de Fudecso, Mauricio Silva, detalló que los elementos que comprenden la democracia no son solo las elecciones, sino un conjunto de elementos, como esas mismas, la separación de poderes, la participación ciudadana, el respeto a la Constitución “y eso no está pasando en el país, eso es lo que la población nos dice a nosotros”.
“La opinión ciudadana ha sido ignorada al momento de diseñar e implementar importantes reformas legislativas”, señaló el estudio.
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La organización manejó el concepto de “democracia minimalista” como una de las justificaciones para aplicar el estudio de la concepción democrática de las personas.
“Prácticamente, cumple con algunos aspectos de forma; pero en la práctica la división de poderes y los controles dentro del Estado no está teniendo lugar en el país, eso no lo dice Fudecso, eso está exhaustivamente detallado en diversos informes en el ámbito internacional”, sostuvo, por su parte, el coordinador del proyecto, Saúl Hernández.
Interés político
El principal hallazgo de la investigación arrojó que son las mujeres y el sector de jóvenes quienes están más interesados en intervenir y participar de la política del país.
“Fueron las mujeres de los primeros grupos focales quienes más hicieron énfasis en esto, en que si se daban las condiciones, estaban dispuestas a participar. Esto es importantísimo y, además, los jóvenes, incluidos los de la comunidad LGTB que estuvieron en algunos eventos, por su preocupación por la salud, la educación y el trabajo”, amplió Marroquín.
"La sensación de seguridad ha mejorado indudablemente, pero no así la libertad, la gente tiene temor del régimen de excepción, de expresarse, de ampliar sus puntos de vistas y por su puesto, también de participar. La libertad de expresión es la que más ha sufrido y la evidencia de esto son los periodistas que se han tenido que ausentar del país o que se están autosencurando el algunos medios. La libertad de expresión es esencial en un régimen democrático", expresó el experto.
También, la gente manifestó para el estudio que considera que lo que más le conviene a El Salvador es la democracia. Para Silva, la población salvadoreña, efectivamente, conoce del concepto y de las implicaciones de esta.
Esto, alineado a que otro de los hallazgos que se encontró en la investigación fue que la población considera antidemocrático el sistema de un solo partido político dominante y que la alternancia en el ejercicio de la Presidencia de la República también es un elemento clave de las naciones democráticas.
“Aunque parezca un lugar común, la democracia como forma de gobierno y sistema político es lo que más le conviene a El Salvador. Lo que hemos experimentado es una forma de gobierno general, incluso los militares, que mantenían formalidades democráticas a pesar de la otra característica no democrática de tales regímenes”, explicó Marroquín.
“Existe división formal de poderes, pero no existe independencia real de poderes en el gobierno salvadoreño”, expuso Fudecso entre los hallazgos.
Según Fudecso, la población salvadoreña demanda que existan consultas populares, inclusión social, seguridad jurídica y pluralismo para la toma de decisiones de nación.