"Cuando una mujer siembra un árbol de café no sirve, no da", fueron las duras palabras de uno de los pocos hombres que aceptó trabajar en la finca Acapulco, ubicada a las afueras de Apaneca en Ahuachapán, una propiedad dirigida completamente por mujeres.
María Vilma Pérez heredó la finca hace 24 años, tras la muerte de sus padres, a pesar de haber vivido siempre en el campo asegura que "no estaba preparada", para todos los retos que le esperaban al dirigir la propiedad de cuatro manzanas.
A los 38 años Vilma se dedicó de llenó a las tareas de la finca argumentando que "antes solo hacía trabajos pequeños como eliminar maleza, yo veía que no se usaba abonos y se producía café, pero con el tiempo la tierra sin abono no producía, cuando ellos faltaron fue completamente diferente y en eso cayó la roya".
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Una de las primeras experiencias con la que se encontró la propietaria de la finca fue el bajo interés de los hombres de la zona para trabajar con ella y los pocos que accedían a hacerlo trataron de descalificar sus conocimientos.
"Una vez iba a germinar unas conchitas de café y le dije a una persona que llenara las bolsas para sembrar, me dijo que no era el tiempo y que si yo lo iba a sembrar no iba a nacer. Si no tiene voluntad de ayudarme, bueno yo lo voy a hacer, con mi hija pusimos una libra de café a germinar, los sembramos y ya dio sus cosechas", recuerda entre risas Vilma señalando que fueron parte de los primeros árboles plantados por ellas.
En los últimos años la familia Rivera Pérez tomó diferentes talleres y capacitaciones ofertadas por organizaciones que llegaron al municipio para ayudar a los productores locales a mejorar la calidad de sus producciones, entre los cuales se encuentra el programa Raíces, un programa dirigido desde Catholic Relief Services (CRS).
Ricardo Fuentes, técnico de COMAR/RENACER, socios de Raíces comenta que las hijas de doña Vilma han sido estudiantes de la Escuela de Administración de Fincas de Café, "una de las cosas novedosas es que ellas están bastante empoderadas de la finca, hacen todo el trabajo", dijo señalando que esto les ha permitido la implementación de las buenas prácticas para el cultivo desde 2019.
Durante estas capacitaciones las tres mujeres que dirigen la finca señalaron que se encontraron en grupos de estudio donde todos eran hombres, pero esto no fue un motivo para desanimarse, tomando en cuenta que estos espacios eran monitoreados por expertos nunca se sintieron aisladas ni sus capacidades fueron desvaloradas, por lo que pudieron desarrollar de forma amplia y técnica sus conocimientos sobre el cultivo, cuidado, reproducción del café.
La familia ha adquirido conocimientos sobre el tratamiento que debe tener el grano de especialidades para ser exportado.
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Este programa nació a través de una consulta directa a los productores para conocer los problemas que ya se habían identificado "desde ahí se le ofrece el paquete de formación viendo todo el proceso desde poner un grano en un semillero, el manejo agronómico de la finca, hasta la comercialización", agregó Fuentes.
Raíces tiene como objetivo que la producción de café tenga un valor agregado para comercializar de mejor forma en el mercado.
La cosecha azul protege el recurso hídrico
"Lo principal es enseñar la caficultura regenerativa para producir un café cosecha azul, que restaure todos los recursos naturales de la finca", y se encuentre libre de químicos, señaló el técnico que se ha encargado de supervisar el trabajo en la Finca Acapulco.
Actualmente se estima que el café cosecha azul se puede vender a un precio de $30 más que el café regido en el mercado internacional.
Para lograr esta calidad los productores deben hacer un manejo integral de las diferentes prácticas y métodos para el control de plagas, insectos y aplicación de abonos orgánicos para que aplicar un producto químico sea la última opción porque se llegó a un nivel crítico de plagas.
Ana, hija mayor de doña Vilma, es quién ahora ha tomado un fuerte compromiso con el desarrollo de la finca, durante los últimos años se ha empeñado en la diversificación de las plantas de café llegando a cultivar al menos ocho variedades entre resistentes a la roya y ancestrales por la calidad de su grano, pero también han desarrollado una importante cantidad de árboles frutales con los que aseguran un ingreso extra entre ellos malanga, plátano, guineo, malanga, cúrcuma, limón rey, naranja, tomates, pimienta gorda, entre otros para venta y consumo propio.
De forma paralela Ana está incursionando en la reproducción de plantas ornamentales para la venta.
"Cuando era pequeña, los abuelos eran los que trabajaban, viene de herencia que las mujeres se involucraron. Cuando ellos fallecieron nos tuvimos que hacer cargo mi mamá y yo, mi hermana estaba súper pequeña, no encontrábamos qué hacer porque no sabíamos todo el proceso, en ese momento le dije a mi mamá que empezáramos aunque sea con dos tareas porque si no, nos íbamos a ir quedando", entre risas Ana y su madre recuerdan que los primeros días de trabajo fueron difíciles porque no estaban acostumbradas a un jornada completa en el campo, pero esto les ha servido como una forma de desestresarse.
"Cuando cayó la roya, igual que muchos no sabíamos qué hacer, tocó investigar y llenarse de los vecinos con experiencia. Se nos perdió todita la finca, nos tocó empezar de nuevo con variedades resistentes a la roya, el siguiente año empezamos con dos tareas y así fuimos hasta volver a replantar casi el 90% de la finca", detalló Ana.
La finca aún conserva algunos árboles de más de 50 años que sobrevivieron a los hongos que atacaron en esta zona.
"Nunca nos ha gustado usar herbicidas ni pesticidas, pero a veces usábamos un fungicida para la roya y no nos fijamos mucho en la viñeta, ahora ya sabemos cual es el que más se acomoda al ambiente y no genera daño a la salud", detalló Ana.
Los técnicos de COMAR/Renacer que han monitoreado la finca sostienen que se está produciendo hasta 12 quintales de café por manzana, mientras que el promedio a nivel nacional ronda los 7 quintales.
Se estima que solo el 25% de los productores de café a nivel nacional están haciendo uso de las prácticas eco amigables que ayudan a la conservación del suelo.
"Venimos implementando todas las buenas técnicas, no ha sido fácil, pero ahí seguimos diversificando sembrando fruta porque tenemos que asegurar la comida para el año", dijo Ana.
La producción de café de la finca Acapulco en 2023 fue inspeccionada por expertos en cata de café obteniendo un buen puntaje en grados brix, o nivel de azúcar que alcanza el grano durante su madurez.