Un adolescente de dieciséis años fue asesinado en Costa Rica, según se informó, por negarse a ser vendedor de droga, el estupefaciente que en su mayor parte llega de las operaciones de la FARC en la selva colombiana pero que se ha denunciado que es procesada en Venezuela bajo la narcodictadura.
El homicidio ocurrió en la urbanización Grano de Oro, en San Rafael Arriba, donde los hechores en motocicleta interceptaron a la víctima y la acribillaron a tiros.
La horrible tragedia, que muestra la amenaza que se cierne sobre jóvenes y adultos en la región, indica cómo el problema de la droga, de adicciones forzadas o voluntariamente buscadas, es un flagelo sobre sectores, familias y comunidades, lo que ha cobrado actualidad con la captura y encarcelamiento de un rapero estadounidense "Diddy" Combs, que montaba orgi-fiestas, para llamarlas de alguna manera, donde la cocaína y el alcohol indujeron a muchas mujeres a prostituirse además de caer en el vicio.
La sórdida historia de este depravado, que enfrenta una posible cadena perpetua, señala la profundidad del asunto, de sus vínculos con el asqueroso mundo de las pandillas y los problemas en controlarlo.
El asesinato en Costa Rica muestra que las autoridades policiales del país y entre ellas el antiguo Ejército que es hoy en día una parte de la policía, están frente a un muy complejo problema de control, por lo que montan grupos ciudadanos que "vean e informen" sin sacar la cara, en redes de cámaras de vigilancia en zonas problemáticas, las que en muchas partes han contribuido a identificar "movimientos" no normales que pueden indicar la presencia de grupos delincuenciales.
Una inequívoca señal son los enriquecimientos inexplicables, como sucedió con un diputado en nuestro país que poseía un yate muy por encima de lo que los salarios devengados como "legislador" justificaban...
El "caballero de la droga" invitaba amigos y familiares a su lujoso yate, hasta que una persona que tenía su propio yate, comprado con sus recursos, informó a las autoridades, que de inmediato le "echaron el guante" y lo apresaron para luego extraditarlo a EEUU. pues el narcotráfico siempre busca rutas hacia el norte, pero dejando suficiente droga para "consumo local", lo que fue la causa del asesinato del infortunado adolescente.
Hay que advertir a jóvenes y viejos sobre los graves perjuicios de la droga
Desafortunadamente no se hace lo suficiente para advertir tanto a jóvenes como a adultos sobre lo que el consumo de cualquier clase de estupefaciente, incluyendo el alcohol, hace al cuerpo, al intelecto y a sus vidas de cara al futuro, un "futuro" que llega más rápido de lo que todos imaginamos cuando somos adolescentes, pese a que hoy en día vivir hasta los sesenta años o más era impensable para quienes vivieron en épocas en que el promedio de vida no sobrepasaba los treinta y cinco...
Por ejemplo, el consumo de alcohol y de tabaco entre los salvadoreños se inicia principalmente en la adolescencia, según datos de una encuesta estatal a la que la agencia EFE tuvo acceso y que señala que entre el 60 % y 50 % de los consumidores comenzó entre los 15 y 19 años.
Los datos señalan que la edad de inicio del consumo del alcohol en promedio es de 20 años y la mitad de la población salvadoreña (60,2 %) ingirió por primera vez bebidas alcohólicas antes de los 20 años, lo que, en términos de estimación población, significa que alrededor de 1,2 millones de salvadoreños iniciaron antes de esta edad.
Indican que los hombres «son más precoces» al momento de experimentar el consumo de alcohol, ya que un 68.4 % de ellos lo ingirieron por primera vez antes de los 20 años, mientras que en las mujeres este porcentaje fue de 47.7 %.
Se estima que más de 2.1 millones de salvadoreños de 18 años o más han consumido bebidas alcohólicas.