Por La agencia calificadora Fitch Ratings aseguró que los planes del gobierno de El Salvador para su presupuesto 2025 se enfrenten a riesgos de ejecución, en lo referente al "descontento popular" que es evidente por las medidas tomadas por el gobernante para lograr congraciarse con las agencias internacionales y lograr crédito en los mercados mundiales. El mandatario anunció que el presupuesto del 2025 estaría totalmente balanceado, y no necesitaría ningún tipo de deuda para hacer frente a gastos y obligaciones.
Según datos del Dr. Picardo de la UFG sobre la calificación que Bukele recibe de parte de ciudadanía encuestada: 8.43 de aceptación, sin importar el reciente escándalo de la estafa de la Cooperativa, ni el millonario enriquecimiento de él y su familia, ni el helicóptero. Incluso el tema de transparencia y uso dudoso de fondos públicos, se justifica con que "todos han robado; él roba pero hace obra; da esperanza a la población; hay seguridad". Esto resulta del impacto que tiene en la mayoría de personas, la constante publicidad sobre la figura presidencial, que fluye constantemente en los medios: canales oficiales, periódico gubernamental, y las redes sociales que inundan el mundo entero con las grandezas de Bukele.
Es casi imposible aceptar la afirmación de Bukele dada la precaria situación económica que enfrenta el país y el derroche que el gobierno de NI ha hecho y sigue haciendo de los fondos públicos, demostrado en las múltiples reformas que han hecho con el presupuesto, más los préstamos con dispensa de trámites que obedientemente aprueban los diputados, por lo que la frase de Descontento Popular tiene serias posibilidades de convertirse en realidad más pronto que tarde.
Descontento más que justificado entre los maestros y empleados de salud, por el congelamiento del escalafón y las irresponsables declaraciones del Ministro de Hacienda para justificarlo. Han negado el bono de $50 que se daba a los maestros del área rural, por el gasto para trasladarse a sus lugares de trabajo. La pobre maestra que gasta $100 mensuales en transporte, de su sueldo miserable. Pero justifica los sueldos absurdos, que van desde $10,000 hasta $40,000 mensuales, para funcionarios incapaces. Miles de familias que lloran a sus seres queridos muertos en las cárceles, o devueltos como cadáveres, como la dramática fotografía de portada de EDH del miércoles, de una madre que recibió un esqueleto, que le dijeron ser su hijo luego de 2 años preso, y murió poco tiempo después.
Para demostrar su intención de disminuir el aparato del estado, ha dejado cesantes a más de tres mil empleados públicos, mientras las nuevas instituciones inventadas para favorecer a sus allegados han creado más de mil plazas. El presupuesto demuestra una reducción en los rubros de salud, educación, agricultura, el INCAF y la Dirección de Integración. Y suprimen del presupuesto la millonaria deuda con el Fondo de Pensiones, que ya pasa de los $9,000 millones.
Los aumentos en varios millones para Defensa demuestran que el país más seguro del continente necesita miles de efectivos militares para cuidar al mandatario y un eterno régimen de excepción para callar a los ciudadanos, privándolos de muchos de sus derechos. Datos preocupantes son el crecimiento del 77% del desempleo en la industria, lo que contrasta con lo expresado por Bukele en Argentina y un serio aumento de los niveles de pobreza. Entre enero y agosto del 2024 el gobierno gastó $950 millones más que los ingresos recaudados.
Una mentira más para lograr mejorar su imagen internacional, aunque las cifras lo contradicen: las reservas del país no llegan a $3,000 millones, comparados con los $24,000 millones de Guatemala; que somos el país con menor inversión extranjera y menor crecimiento económico y que pese a los recortes en este presupuesto, el acceso a los mercados internacionales aún es incierto, y subsiste el riesgo de desencanto popular.
Maestra.