"Ha sido bien difícil porque yo crecí en el negocio en El Salvador. Yo vendía en San Miguel. De ocho años, me fui a vender al mercado. Le ayudé a crecer catorce hijos a mi mamá Yo puedo palabritas así que agarrado en la calle. No más. Pero no he ido a la escuela.
Cuando yo vine acá a este país (Estados Unidos), me vine equivocada. Yo pensé que aquí vendría a una vida mejor. Es cierto, se gana. Pero es una vida bien difícil porque este (vender en la calle) era mi negocio allá en El Salvador. Yo venía con otras metas a trabajar, decía yo que era diferente, pero le hallé más rebuscado la vida con el negocio que yo tenía en El Salvador. Yo pensaba que aquí se ganaba el dinero difícil, tenía un trabajo que ganaba 300 dólares semanales. Y la verdad no me ajustaba.
Y me salí a las calles un día. Me dije yo voy a tratar la manera, a ver si yo puedo hacer lo mismo que hacía en El Salvador. Me pasé como seis meses caminando en las calles de aquí de D.C. Y dije que tal vez si me pongo a vender, tal vez va a ser mejor para mí. Me puse y yo pasé como 12 años que me ponían multa hasta de mil dólares.
La policía me seguía cada cinco minutos. Solo éramos dos vendedoras en esta cuadra.Cada media cuadra me gritaban los policías en el carro, me decían, señora, que no les he dicho que no pueden venir acá. Nosotros no nos rendimos con la policía. Nos daban multa, nosotros los pagábamos. Yo me encontré una señora una vez, yo iba llorando porque aquí la inspección es muy estricta. La inspección me quitó todo lo que yo traía, el producto que traía, me lo tiró a la basura.
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Me voy por esta calle de aquí, de la 14, y me encuentro una señora y me pregunta ¿por qué yo estaba triste?. Y le digo: Me acaban de quitar una carreta llena de mercadería, de fruta. Y tengo que volver a rebuscarme con el dinero para volver a vender, porque yo no me voy a dar por vencida. Ese era mi negocio en El Salvador.
Y me dice ella; " ven mañana y vamos a hacer unas reuniones para protegerlos a ustedes". Solo éramos dos vendedoras, aquí en la 14.
Y le digo yo, ¿crees que darán licencia?. Y me dijo ella, "vamos a lograrlo".
Y en esa parte pasamos cinco años. Nosotros no nos dimos por vencida".
Solo yo iba a las reuniones y otra señora.
La policía lo mismo y lo mismo. Y allí yo reuní más gente. Y avisé a todo el mundo. Vamos, vamos, vamos. Y de allí toda la gente.
Así fue como hemos ganado esta calle 14. Es por mí., porque nosotros le echamos ganas a no darnos por vencido con la policía.
Licencia no ha habido todavía, pero seguimos luchando. Si la licencia no sale , ya dijeron que nos van a mover para los otros lados.
El honor que me quiero llevar yo, de que digan que fue una vendedora que vino de El Salvador, y por una vendedora logramos todo esto.
La policía paró las inspecciones. Ahora vendemos como si estuviéramos en el mercado de San Miguel.
Luchen. Que vendiendo uno en las calles es como puede agarrar dinero.
Mi sueño es poner un restaurante pequeño. El día que yo me vaya de aquí, me voy satisfecha a poner mi restaurante pequeñito aunque sea.
Ese era el sueño que yo tenía, el sueño americano".
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