En la vida cotidiana, compartir es una práctica común que refleja generosidad y solidaridad entre las personas. No obstante, cuando se trata de ciertos objetos de uso personal, es de tener mucha precaución, porque puede conllevar riesgos significativos para nuestra salud y nuestro bienestar.
Según ginecólogos y otros especialistas, lo que a simple vista puede parecer un gesto inofensivo, como prestar un artículo de uso diario a otra persona, puede ser una vía para la transmisión de bacterias, virus y otros patógenos que comprometen la higiene personal.
Estos expertos indican que estos objetos están diseñados para adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo, y al ser utilizados por más de una persona, pueden convertirse en vehículos de infecciones o enfermedades graves.
Por ello, evitar este tipo de prácticas no solo protege tu salud, sino que también contribuye al respeto por la privacidad personal y al cuidado individual. La educación sobre estos riesgos es clave para fomentar una cultura de autocuidado y protección, donde la higiene personal se valore tanto como la consideración hacia los demás.
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Ante ello, te hacemos un listado de los objetos que jamás debes compartir con otra persona y las razones por las que está prohibido. Recuerda que debes cuidar tu salud, pues a diario muchas mujeres y hombres adquieren enfermedades tras hacer contacto con artículos infectados con virus u bacterias.
Jabón en barra
Si en tu casa viven más personas contigo no deben compartir el jabón en barra de uso corporal, pues suele quedar cubierto con microorganismos de la piel, lo que puede desatar infecciones u otras enfermedades. Recuerda que las personas a la hora de bañarse se pasan el jabón hasta por sus partes íntimas, y tener contacto con otras personas es perjudicial, ya que estas pueden tener hongos u otras infecciones. Por ello, lo preferible es usar jabón líquido para uso familiar.
Toallas
Las toallas húmedas son un ambiente ideal para el crecimiento de bacterias, hongos y otros microorganismos. Al compartir toallas, se pueden transferir estos microorganismos entre las personas, aumentando el riesgo de infecciones cutáneas como la tiña o la dermatitis. Y en los casos más extremos, puedes contagiarte de herpes o del Virus del Papiloma Humano (VPH). Las toallas debes lavarlas mínimo cada dos semanas.
Desodorantes
Según el sitio web mejorconsalud.as.com, los desodorantes en barras y en roll-on no deben compartirse porque hacen contacto directo con las axilas de las personas y suelen acumular bacterias. Por ello, recomienda que los que vienen en spray o los que no tienen contacto directo con la piel si pueden prestarse entre individuos sin ningún problema.
Cepillos de dientes
La boca es un entorno con una gran cantidad de bacterias, tanto buenas como malas. Al prestar un cepillo de dientes, podrías transferir bacterias de una persona a otra, lo que aumenta el riesgo de infecciones bucales, como la gingivitis, la periodontitis o herpes. Por estas razones, es esencial que cada persona tenga su propio cepillo de dientes y lo cambie regularmente para mantener una buena higiene bucal.
Rasuradoras
Las máquinas de afeitar pueden causar pequeños cortes o rasguños en la piel, lo que puede permitir el contacto con sangre. Esto aumenta el riesgo de transmitir enfermedades que se propagan a través del contacto con sangre, como el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C. Aunque estas enfermedades son poco comunes en este contexto, el riesgo existe, especialmente si la persona tiene infecciones no detectadas.
Ropa interior
Compartir ropa interior puede aumentar el riesgo de transmitir infecciones, como infecciones por hongos (como la candidiasis), bacterias o infecciones de transmisión sexual, como la clamidia o el VPH, ya que las prendas íntimas están en contacto directo con las zonas genitales. Además de parásitos como los piojos púbicos (ladillas) o los ácaros que causan sarna.