"Se acabó la mufa y nada más" tituló Cancha el pasado 10 de junio en su edición de papel, un día después que el equipo que dirige David Dóniga venciera por 1-3 a San Vicente y las Granadinas.
Fue un antes y un después, no por el nivel de fútbol, qué va, sino porque el resultado significó parar la racha en 23 partidos sin ganar.
Fue un partido curioso, en el que la Selecta se puso en ventaja temprano, al 10', en la primera clara que tuvo la mandó casi al ángulo Jairo Henríquez, pero la Azul y Blanco sufrió. Se equivocó al 23' Mario González en un despeje, se la dejó a un rival, pero achicó bien. Luego, Nelson Flores rechazó un tiro libre sobre la línea, y en otro, Tejada salvó al 36' al desviar remate de Burgin.
Oalex Anderson empató en una jugada aérea a 2 minutos del descanso, partido nuevo y a sufrir. Pero en el complemento, los cambios surtieron efecto. El recién ingresado Darwin Cerén sirvió un balón al área que fue rechazado, pero le quedó a Tejada, quien la mandó a guardar al 60' para tranquilidad de los nacionales. Lo selló Nelson Bonilla, al 83', con un balón al costado opuesto.
Ese juego, más allá de que no fue brillante, significó terminar con "una carga muy pesada", como declaró en su momento Bonilla. "Era un partido difícil. Teníamos una carga muy pesada de 23 partidos sin ganar. Va más por lo psicológico que por lo futbolístico. Hemos botado esa carga", dijo encontres el goleador.
Y añadió que "esperamo que podamos trabajar con un poco más de calma para lo que se viene en un futuro", dijo entonces.
Ahora, llegan con calma a este próximo enfrentamiento, que ya no es de eliminatorias, sino de Liga de Naciones, en la que ESA es líder del grupo merced a dos victorias.
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