Representantes del Socorro Jurídico Humanitario denunciaron la captura presuntamente arbitraria de una agente policial destacada en la División de Investigaciones de Santa Ana, realizada el 20 de septiembre.
El abogado del Socorro Jurídico, Otto Flores, manifestó que la detención de Patricia Saraí Castaneda Vásquez por supuestas amenazas a un grupo de policías ha generado muchas dudas y tiene las características de ser una caso "fabricado" en represalia a las denuncias de acoso sexual y violencia laboral que ella había realizado en contra de jefes policiales.
“A ella se le ha acusado de amenazas agravadas que se dieron dentro de un establecimiento policial. Llama la atención que minutos después, que supuestamente, se dieron estas supuestas amenazas agravadas, la persona salió del edificio…nos llama la atención del por qué no se le detuvo en ese momento”, declaró.
El abogado relató que la agente Castaneda fue a una consulta médica y cuando regresó fue detenida por sus propios compañeros. Según consta en documentos clínicos padece de fibromialgia reumática crónica e hipertensión arterial.
Flores relató que a la detención le antecede un largo historial de acoso y hostigamiento laboral dentro de la sección de delitos generales, incluyendo obstáculos para que pudiera asistir a sus controles médicos, en venganza a una denuncia que ella realizó contra otro elemento policial por acosos sexual, la cual terminó en condena para el acosador.
En mayo de este año, la agente Castaneda presentó una denuncia ante un juzgado especializado en contra de un inspector y un subinspector de la sección de delitos generales argumentando la negación de permisos para ir a sus consultas médicas. Una constancia médica del ISSS indica además que la agente no podría realizar jornadas largas o nocturnas.
“El hecho que haya grandes antecedentes documentados en los juzgados especializados de la LEIV en Santa Ana, nos puede hacer creer que realmente el proceso que se está llevando en su contra es para intentar mitigar los efectos de este proceso”, manifestó Flores.
Un mes después, la agente nuevamente presentó una denuncia ante el juzgado con relación al incumplimiento de las medidas de protección dictadas a su favor y una advertencia que recibió por parte de tres mujeres policías quienes la acusaron de estar cometiendo simulación de delito contra otro jefe policial, quienes además la habrían amenazado con “meterla presa”.
“Nos llama la atención que la corporación policial tiene como política acallar y desaparecer la cultura de denuncia de cada una de sus miembros, sobre todo femeninos que se sabe que dicha institución se dirige por una cultura de tipo machista, todos recordamos el caso de Carla Ayala”, declaró el abogado.