Sin duda, existe un descontento ciudadano por muchas situaciones que se pueden apreciar en nuestra ciudad hoy en día y no han cambiado, entre ellas: desde aceras deterioradas, calles parecidas a la superficie lunar (llenas de cráteres), sistema de alcantarillado colapsado, tragantes que rebalsan de aguas negras, espacios de recreación flanqueados por láminas celestes en zonas descuidadas en su ornato e infraestructura etc.
Respecto al patrimonio histórico de la capital, no se respetan algunas leyes del patrimonio y no se hacen los análisis técnicos sobre aspectos históricos de alguna estructuras, la percepción es que se está improvisando , está bien que en un primer periodo de la actual administración municipal se concentrara la atención en el Centro Histórico, de cara a sus 500 años de fundación, pero también existe el centro moderno y financiero de la capital, situado ahí en las cercanías a la Plaza Salvador del Mundo, una zona de conectividad, estratégica en San Salvador que no tiene tanta importancia por el momento ( Y debería tenerla). Todo esto de los ordenamientos trae consigo el problema estructural - social, el nuevo panorama político –geográfico, que completa sus nuevos distritos (antes municipios) debe integrar una transformación y traer consigo desarrollo.
La centralización, como parte de algunos modelos de administración del Estado, en algunos casos los totalitarios, no es tanto la solución porque es ineficiente, es sobre todo una involución que frena el desarrollo, autodestructiva, semillero de pobreza y de desigualdad .Potencia la inmigración. Una muestra es la demora, de cómo se puede adjudicar un proyecto o una situación de emergencia ante la demanda de la población, llega tarde o no llega. Por ejemplo, la queja de la población ante calles destruidas, obras inconclusas que poco a poco van aislando a las comunidades, prácticamente retrocediendo, en materia ambiental ni se diga.
Parte fundamental de los gobiernos locales es transformar la vida de las personas, y de las comunidades enfocadas al desarrollo social, canalizando recursos para la modernización de la comunidad, no retrocediendo, limitando, recortando, empeorando la calidad de vida de las personas, eso es un fracaso, la centralización se presenta benevolente en las nuevas políticas públicas, pero su resultado es destructivo, se va notando más el atraso que la evolución. Se presenta como una cura para la corrupción y el abuso y robo de los servidores corruptos; sin embargo, en la práctica no es una solución viable.
La burocracia se niega a desaparecer, la tramitología, pero el aspecto digital se va abriendo más espacio en las administraciones de gobiernos locales y públicas, esa es la tendencia futurista que va ir apartando a los viejos operadores y arcaicos estrategas de viejas escuelas, pero un aspecto importante es mencionar que será infructífero la digitalización ante un modelo centralizado, porque dicho modelo tarda más en solventar las necesidades de la población, es más el modelo centralizado está estrechamente ligado al modelo burócrata anticuado y a una sola decisión.
Como misión y visión los gobiernos locales y el principal de todos el de San Salvador debe tener por objetivo dignificar la vida de las personas, no solo el turismo local, sino el sector informal reprimido, que no tiene opciones en la actualidad, es triste que existen plazas de técnicos contratados para innovar en el sector público y se limitan a bayunquear y no a poner a disposición sus proyectos y propuestas, una de ellas a ayudar a este sector, a dinamizarlo y aprovechar su potencial.
El tema SMART City ya no es prioridad, pocas plazas públicas tienen acceso a internet, no se ha fomentado mucho los centros de investigación e innovación municipal, todo se mantiene estable en un sistema predeterminado, y se tiene miedo de dar el paso a alentar a la juventud a innovar a crear y a integrar, plataformas que resuelvan la problemática ciudadana, de empleo, movilidad, economía circular, nuevas tecnologías, inclusión, desigualdad, salud etc.
La vida citadina, vive sus propios afanes, con solo el hecho de existir, pero aun no despierta el interés por una transformación SERIA, del avance de una sociedad en 500 años, no solo con luces y sonidos, sino con la visión civilizada de la población y de las autoridades.
Publicista y ambientalista