El domingo 15 de septiembre, en Milán, en las instalaciones deportivas del centro Rogoredo 58, ubicado en el barrio Corvetto, se realizó la fiesta cívica y cultural "¡Viva El Salvador!".
El polideportivo recibió a más de 10 mil compatriotas provenientes de todo el territorio italiano, en su mayoría de Lombardía y Piamonte, donde la comunidad salvadoreña se concentra.
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Tras concluir los preparativos, la tarima, las instalaciones de los locales gastronómicos y la llegada de todos los participantes, se empezó con el programa.
En el desfile de apertura, encabezado por la bandera y el escudo de El Salvador junto al estandarte de Italia, apareció en primera línea la comitiva del consulado general de El Salvador: el cónsul Julio Martínez, el vicecónsul Héctor Pereira, el coordinador de Salvadoreños Unidos en Varese, Moisés Calles; el presidente de Gómez Producción Internacional, organizadora del evento, Freddy Gómez.
Posteriormente entraron a escena la reina de Salvadoreños en Italia, Carolina Aguilar; la reina de Salvadoreños en Varese, Alessia Cano, y la reina de los salvadoreños entre Novara y Varese, Nelsi Aguilar, en versión del indio cuscatleco salvadoreño.
Por primera vez se hizo presente la recién nacida Asociación de Salvadoreños en Trecate —Novara—, que pertenece a la región de Piamonte, que queda a 50 km al occidente de la ciudad de Milán.
Todos juntos llevaron a cabo la procesión acercándose a la tarima en donde el poeta Adonis Denis Contreras fue el maestro de ceremonia, conduciendo todo el evento con una gran profesionalidad, experiencia y gran vastedad cultural de los hechos históricos de El Salvador.
El himno nacional de El Salvador fue interpretado por Latinos Music Band, mientras que la oración a la bandera fue hecha por el joven orador de Varese, Miguel turcios.
Los puntos artísticos estuvieron a cargo del Grupo Raíces, música andina; sin olvidar las exhibiciones de la banda Latinos Music, de la agrupación Fusión Tropical, del equipo de baile Latin Café 2.0, del grupo de danza folclórica Folky Dance Varese y el conjunto de Danz'Arte Mis Raíces.
El punto cómico estuvo a cargo de Chirajito Jr. y el toque de música urbana lo puso el grupo Street Mood. Desde El Salvador arribó la imitación de Paquita la del Barrio por Ever Hernández y la imitación de Guadalupe Esparza, el Bronco salvadoreño.
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La velada cerró con todos los artistas cantando junto al público el tema "Patria querida", de Álvaro Torres. Mientras tanto, las luces pirotécnicas adornaban el cielo despejado de Milán.
Como en todos los eventos de este porte, se ha logrado disfrutar de todo tipo de ricuras culinarias nostálgicas, creadas entre los 30 locales distribuidos en todo el perímetro de las instalaciones deportivas del centro Rogoredo 58.
Presentes también estuvieron las propuestas culinarias de países hermanos como Perú y Ecuador.
Ventas de artesanías, realización de bolsos en puro cuero provenientes de El Salvador, agencias de viajes, la abogada Susanna Tosi con su equipo expertos en asesoría migratoria y ciudadanía italiana y el equipo de ItalCredi estuvieron también en el lugar.
Destacó también la gran organización que se realizó para garantizar la seguridad de todos los participantes, esto gracias a los trabajadores de la agencia de seguridad 777 y a la gran profesionalidad de Emanuel Russo, quien ha colaborado con la Gómez Producción para lograr realizar el evento de esta importancia y tamaño.
Más azul y blanco en Italia
La Asociación Cultural de Salvadoreños en Milán (Acusalmi), bandas musicales, grupos de danza e incontables asistentes vestidos con trajes típicos desfilaron desde Plaza San Babila hasta la Plaza del Duomo, la catedral de Milán que tiene más de 700 años.
El público se mostró muy apasionado acompañando a quienes desfilaron por la icónica calle Corso Vittorio Emanuele, que hace muchos años tenía una alta concentración de cines, ventas de discos de música y por supuesto tiendas fashion.
A ambos lados de la misma calle se encuentran muchos cafés, sus clientes se vieron atraídos por la algarabía. El ritmo era tal que hasta los ciudadanos se ponían a bailar juntos a los caminantes.
Al llegar frente a la imponente catedral y tras sonar varios temas musicales, se entonaron las notas del himno de El Salvador. Hasta los que salían de sus trabajos se dirigieron directo al lugar con el objetivo de poder decir "¡presente!".