Si alguna vez has sentido que te están mirando de menos porque has cruzado la frontera de los 60, no estás solo. ¡Pero agárrate! Porque el Dr. Oury Monchi, neurocientífico y profesor en la Universidad de Montreal, ha llegado para cambiar el guion. En lugar de resignarte a la idea de ser "mayor", prepárate para descubrir que tu cerebro está simplemente calentando motores. Y sí, el nuevo debate sobre cuándo realmente empieza la vejez podría sorprenderte aún más.
Monchi nos cuenta que el cerebro de una persona mayor tiene un truco bajo la manga: usa estrategias cognitivas más eficientes que las de los jóvenes. Imagina que estás en una carrera de relevos y los jóvenes son los corredores que se esfuerzan al máximo en la primera vuelta, mientras tú, el veterano, usas una táctica más calculada y eficiente. El resultado es que ambos terminan al final, pero tu método ahorra energía y evita desgaste. Así funciona tu cerebro después de los 60.
Según Monchi, mientras los cerebros jóvenes tienden a concentrarse en una sola región para resolver problemas, los cerebros mayores son como estrategas experimentados que movilizan ambos hemisferios del cerebro para abordar la tarea. Es como si tu cerebro, en lugar de hacer malabares con un solo balón, ahora puede manejar una pelota en cada mano y, además, usar los pies. ¡Todo un espectáculo!
Por supuesto, esto no significa que el cerebro de los mayores sea más rápido. En términos de procesamiento, puede ser más lento. Pero la clave aquí es la flexibilidad y la cooperación entre hemisferios. La combinación de ambos hemisferios permite una solución más completa y elaborada a los problemas, como si estuvieras usando un enfoque holístico en lugar de simplemente seguir un método único.
Otra revelación de Monchi es que, a medida que envejecemos, nuestros cerebros se vuelven más selectivos. ¡Finalmente, una ventaja para olvidar los nombres de las personas! Resulta que este “olvido” no es solo un defecto, sino una característica de eficiencia cerebral. El cerebro envejecido se convierte en un experto en filtrar la información irrelevante y concentrarse en lo esencial. Si alguna vez has deseado un botón de “omitir” en tu vida diaria, tu cerebro lo tiene incorporado de forma natural.
Monchi encontró que mientras los jóvenes procesan un gran volumen de información, a menudo cargando detalles innecesarios, las personas mayores simplifican el proceso. Se enfocan en lo que es verdaderamente relevante, lo que resulta en una toma de decisiones más acertada: Solo lo esencial, sin distracciones.
Una de las joyas del estudio del Dr. Monchi es que el cerebro de las personas mayores tiende a usar menos energía para realizar las mismas tareas. En lugar de consumir todos sus recursos en procesar cada detalle, el cerebro mayor se convierte en una máquina bien aceitada que hace más con menos. ¿Cómo lo hace? Al optimizar el uso de sus recursos neuronales, el cerebro de una persona mayor simplifica y optimiza los procesos, logrando eficiencia sin esfuerzo.
Este ahorro de energía no significa que el cerebro se vuelva perezoso. Más bien, es un signo de madurez cognitiva y de haber aprendido a priorizar. En el contexto de un trabajo mental intenso, es como pasar de usar una antigua calculadora de mano a una moderna calculadora científica: más funcionalidad, menos esfuerzo.
El Dr. Monchi no se quedó solo en las teorías; respaldó sus hallazgos con imágenes cerebrales obtenidas mediante resonancia magnética funcional (fMRI). A través de estos estudios, descubrió que, en comparación con los jóvenes, las personas mayores a menudo activan ambos hemisferios del cerebro para resolver problemas. Este uso coordinado sugiere que el cerebro de las personas mayores compensa ciertas pérdidas cognitivas mediante una mayor cooperación entre áreas cerebrales, lo que puede mejorar su rendimiento en algunas actividades cognitivas.
El Dr. Monchi también se ha centrado en diferenciar el envejecimiento saludable del patológico. Aunque sus hallazgos muestran que el cerebro puede mantenerse funcional y eficiente con la edad, las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer presentan un desafío diferente. En su investigación, Monchi subraya que el envejecimiento saludable implica mantener ciertas estructuras cerebrales, como el córtex prefrontal, en buen estado, lo que contribuye a la preservación de las funciones cognitivas.
Para aquellos que temen que la vejez venga acompañada de una pérdida cognitiva inevitable, Monchi ofrece un rayo de esperanza. El cerebro de las personas mayores que mantienen un estilo de vida activo, tanto física como mentalmente, puede seguir funcionando a niveles sorprendentes.
Ahora, hablemos de una de las ideas más revolucionarias: ¿a qué edad empieza realmente la vejez? Recientemente, el concepto de que la vejez comienza a los 60 años ha sido cuestionado. Algunos investigadores y expertos en gerontología están argumentando que la vejez, en términos funcionales y prácticos, debería comenzar más tarde, alrededor de los 72 años. Este cambio en la percepción está respaldado por varios factores: Aumento de la esperanza de vida, mejor calidad de vida gracias a los avances médicos, en nutrición y estilos de vida.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado a las personas mayores de 60 años como adultos mayores, la creciente longevidad y calidad de vida están llevando a reconsiderar este umbral.
La edad cronológica ya no es el único criterio para definir la vejez. Muchas personas de 60 a 70 años mantienen una funcionalidad comparable a generaciones más jóvenes, lo que sugiere que la vejez debería evaluarse en términos de capacidad funcional más que solo la edad cronológica.
En conclusión, el Dr. Oury Monchi y sus investigaciones nos muestran que el cerebro de las personas mayores no solo se mantiene activo y eficiente, sino que también se adapta y mejora con la edad. Así que, si estás en tus 60, 70 o incluso 80 años, no te preocupes por las etiquetas. Tu cerebro puede estar en su mejor momento, y la verdadera vejez podría comenzar mucho más tarde de lo que pensabas. ¡Hasta la próxima!
Médica, Nutrióloga y Abogada