Por quinto año consecutivo, los estudiantes que se encuentran cursando segundo año de bachillerato deben someterse a la cuestionada prueba de conocimientos Avanzo, que este año se podrá aplicar de forma remota sin la supervisión de los docentes.
De acuerdo con los resultados de la prueba realizada en 2023, sólo el 9.88% de los estudiantes alcanzaron un nivel superior, lo que significa que contestaron 85 o más respuestas correctas de las 120 que trae el examen.
“Los datos generales de Avanzo reflejan una situación estática, no hay una tendencia al alza o baja significativa, lo que nos dicen estos resultados es que el sistema está intacto como se mantenía años atrás”, señaló a este medio Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencias, Tecnología e Innovación (ICTI) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
¿Y las 5,150 escuelas que prometieron reparar hace 2 años?
Por otra parte, se estima que el 79.17% de la población estudiantil evaluada se encuentra en un nivel intermedio, siendo matemáticas la asignatura con rendimiento más bajo.
“Se mantiene el famoso problema típico que se define en una frase: el estudiante conoce, pero no comprende ni aplica lo que sabe”, explicó Picardo y agregó que es “un saber teórico” y muchos de los problemas presentados en la prueba requieren comprensión para aplicar los conocimientos.
Desde su primera aplicación en 2020, los expertos en educación y grupos sindicales han cuestionado la veracidad de los resultados obtenidos y presentados por el Ministerio de Educación como un logro.
“Avanzo no es una prueba definitivamente confiable o válida, de hecho en esta división los estudiantes lo van a hacer en su casa si hay un identificador del alumno, pero a la par pueden tener una laptop, teléfono y un profesor, inclusive, lo cual no nos da certeza sobre el aprendizaje de los estudiantes. Eso creo que es una deuda del ministerio de mejorar la seguridad didáctica de la prueba, que hoy por hoy no es segura y por lo tanto no es confiable”, agregó Picardo.
La posición de los profesores
La credibilidad de los resultados ha sido un tema cuestionado por los sindicatos de maestros, que consideran que primero se necesita invertir en educación y posterior evaluar los resultados.
David Rodríguez, secretario general de Bases Magisteriales, considera que “en alguna medida la prueba Avanzo solo está marcado el poco interés que tiene el Estado para invertir en educación, porque creyeron que con una cuestión de tecnología se cambiaba la educación y eso se hace primero con la formación del profesorado y eso no lo están haciendo”.
Rodríguez sostiene que las modificaciones del sistema escolar que impiden que un menor repruebe grado y sea promovido de forma automática durante los primeros tres años de escuela, está generando vacíos y permitiendo acomodarse para hacer el menor esfuerzo posible.
Asimismo, la prueba “no tiene el nivel de seriedad, con los resultados obtenidos no se hace mayor cosa para mejorar los puntos en los que se está fallando. Prueba de ello es el bajo ingreso de estudiantes a la UES, casi el 95% reprobó y eso tiene que ver con la exigencia de las instituciones educativas”.
Para el docente, es necesario primero invertir más en recursos para ayudar a mejorar la dinámica en los salones de clase, que permitirán obtener mejores resultados no solo en exámenes sino también en la calidad de profesionales que se están formando.
“Estamos recogiendo los frutos”, sostiene el secretario de Bases Magisteriales y añadió que las herramientas tecnológicas entregadas no recibieron el acompañamiento necesario y en la actualidad están siendo utilizadas para el entretenimiento de los menores.
“Si el Ministerio de Educación no toma estos resultados para mejorar, solo se está haciendo para aparentar, nos estamos mintiendo solos”, señaló Rodríguez.
Los sindicatos educativos sostienen que se podrá observar una mejora en la calidad educativa cuando se termine de actualizar la currícula escolar.
Ni el 10% de estudiantes logró nivel superior en prueba AVANZO 2023
“El contexto en el que se desarrolla la prueba Avanzo viene arrastrando una serie de problemáticas desde 1997 cuando se ejecutó la Paes. En los 22 años que se ejecutó la Paes el promedio fue de 5.2 y no se manejó de la forma adecuada (...)”, señaló Francisco Zelada, secretario del Sindicato de Maestros y Maestras de la Educación Pública de El Salvador (SIMEDUCO).
Zelada sostiene que en este tiempo nunca se superó del 6.16 como nota global y los resultados obtenidos por la Avanzo reflejan que “no hemos hecho nada diferente para superar las debilidades en el tema de educación media en 1997 y si la calificación es menor es que estamos empeorando, es la misma situación, solo le cambiaron el nombre”.
Zelada argumentó que para el cambio de evaluación de Paes a Avanzo, las autoridades educativas aplicaron cambios para mejorar la calificación global haciendo las pruebas en días diferentes y se ha bajado la exigencia de evaluación debido a que el nivel básico era de 0-37 respuestas buenas, y ahora es de sólo 0-35.
“A pesar de eso los resultados no fueron satisfactorios en 2023 porque la nota fue de 5.8 igual que en Paes, no tenemos novedad”, concluyó el representante de SIMEDUCO.