Por Recién había recibido el cargo, a un funcionario público le informaron que existían 35 cárcavas en el Gran San Salvador. “¿Y qué podemos hacer?” fue su espontánea pregunta. “Rezá para que no hay terremoto en tu período” le respondió el informante.
Las cárcavas son depresiones o hundimientos profundos en el terreno que se forman debido a la erosión acelerada del suelo y materiales subterráneos como piedra caliza o dolomita, causada principalmente por la acción del agua. En El Salvador, las cárcavas son comunes debido a varios factores: (1) La topografía y sus suelos: Sus terrenosaccidentados, con pendientes pronunciadas y suelos erosionables, facilita la formación de cárcavas cuando no hay una adecuada cobertura vegetal. (2) El deficiente manejo de aguas pluviales, por la falta de infraestructura adecuada para manejar el agua de lluvia provoca que esta se concentre en ciertas áreas, incrementando la erosión del suelo. (3) La urbanización no planificada, pues la construcción sin un plan adecuado de drenaje y control de aguas pluviales contribuye a la formación de cárcavas, especialmente en zonas urbanas.(4) Las tuberías y drenajes inadecuados: Aunque se han reparado algunas tuberías de agua con PVC, si el sistema de drenaje y las conexiones no están bien diseñados o si existen fugas, el agua sigue filtrándose y erosionando el suelo.
La formación de cárcavas tiene un impacto significativo en el medio ambiente, la infraestructura, la economía y las comunidades locales; como son: (1) Daños a la infraestructura pues causan, como lo hemos visto en innumerables ocasiones, el colapso de carreteras, puentes, edificios y otras estructuras. Los que, en áreas urbanas, causa costos elevados de reparación y mantenimiento, además de interrupciones en el transporte y servicios básicos (Fuentes: Conserve Energy Future y Virginia Energy). (2) Pérdida de suelo fértil: La erosión del suelo que conduce a la formación de cárcavas resulta en la pérdida de tierra agrícola, lo que altera la productividad de cultivos y, en consecuencia, la economía local, especialmente en zonas rurales. (3) Riesgos para la seguridad: Las cárcavas pueden presentarse de manera repentina, lo que representa un peligro directo para las personas y propiedades cercanas. En casos extremos, las cárcavas pueden resultar en la pérdida de vidas si ocurren colapsos inesperados en áreas habitadas. (4) Contaminación de aguas subterráneas: Las cárcavas pueden exponer acuíferos subterráneos a contaminantes. En áreas donde la infraestructura de drenaje es deficiente, esto puede resultar en la infiltración de aguas contaminadas hacia las fuentes de agua potable, afectando la salud pública (Virginia Energy).(5) Impacto ecológico: La alteración del paisaje y la pérdida de vegetación pueden afectar la biodiversidad local, causando la destrucción de hábitats y la reducción de especies nativas. (6) Costos económicos: El costo de reparación y mitigación de los daños causados por las cárcavas puede ser extremadamente alto, y las medidas preventivas son cruciales para evitar gastos mayores en el futuro.
En otros países, se implementan varias estrategias para evitar la formación de cárcavas, como son: (1) La reforestación y uso de coberturas vegetales, pues mantener y restaurar la vegetación en áreas susceptibles reduce la erosión del suelo. (2) Crear infraestructura adecuada de manejo de aguas: con sistemas de drenajes bien diseñados y mantenidos, con alcantarillado adecuado y control de aguas pluviales, son esenciales para prevenir la concentración de agua en zonas vulnerables. (3) Ingeniería geotécnica avanzada, con estudios geotécnicos para diseñar soluciones específicas, como muros de contención, sistemas de drenaje subterráneo y otras estructuras que estabilicen el terreno. (4) Uso de tecnologías como el LiDAR [Light Detection and Ranging], es decir, teledetección con láser para escanear de tal manera que revela las características del terreno que no son visibles e identificar áreas vulnerables (5) Educación y planificación urbana: En muchos países, se requiere un enfoque integrado en la planificación urbana, asegurando que el crecimiento de las ciudades incluya medidas para prevenir la erosión del suelo.
En caso de un terremoto, las cárcavas no identificadas ni reparadas representan riesgos significativos como un colapso repentino con el daño a infraestructuras consecuente, expansión de las mismas cárcavas, el incremento del riesgo en áreas vulnerables como son las urbanas, complicaciones en la respuesta de emergencia y la contaminación y daños de los recursos hídricos.
Considero que con este problema nacional, en tierra de terremotos, no es cuestión de rezar: es cuestión de hacer lo que se debe hacer. ¡Hasta la próxima!
Médica, Nutrióloga y Abogada