El Socorro Jurídico Humanitario denunció la captura de la señora Dora Alicia Sánchez Muñoz por policías que buscaban a otra persona, pero que al no encontrarla le informaron que ella quedaba detenida "por vínculos con agrupaciones ilícitas". El hijo de la señora buscó de inmediato a los abogados de Socorro Jurídico Humanitario, ya que los agentes pretendían ingresar a la vivienda sin orden judicial de allanamiento ni captura. Ante la negativa de abrir, los agentes amenazaron con derribar la puerta y minutos después llegaron más policías y soldados del Ejército, quienes apresaron a la señora y a su hijo.
Por todas las señales que se vienen dando, el régimen exige a sus policías y soldados una cuota de capturas, indistintamente de si se trata de personas inocentes o culpables, sin duda para mantener activo el aparato de arbitrariedades y vejaciones. En ninguno de estos incidentes, el funcionario nombrado supuestamente para proteger los derechos humanos ha intervenido, sino que más bien se ha dedicado a intentar justificar las medidas del régimen y a alegar que las muertes de reos se deben a "enfermedades u otras causas naturales", cuando familias y organismos humanitarios han denunciado que muchas de las víctimas tenían señales de tortura.
El régimen ha tenido que liberar a siete mil detenidos bajo el estado de excepción, seguramente porque no encontró pruebas contra ellos, pero esto no evitó que pasaran semanas y hasta meses tras las rejas.
La máxima de siempre es "es preferible absolver a un culpable que condenar a un inocente". En una ciudad de Estados Unidos acaban de liberar a una persona que pasó cuarenta y tantos años en la cárcel por un crimen que no cometió, por lo que lo "compensaron" con un poco más de seis millones de dólares, suma risible si se compara con el daño sufrido.
A lo anterior agregarse el requerimiento formal de la Embajada de Estados Unidos en nuestro país de cuántas personas liberadas por jueces están retenidas ilegalmente en las prisiones, una gestión que la Corte Suprema paró sin mayor explicación.
El país entero vio cómo fue capturado en buen estado de salud el exasesor de seguridad nacional, Alejandro Muyshondt, para devolver su cadáver con una "espantosa perforación del cráneo", múltiples hematomas y otras tantas evidencias de que fue torturado, según denunció la familia.
De todo esto están informadas las entidades que velan por los Derechos Humanos, que indagan sobre torturas, que se ocupan de perseguir tales hechos, entre ellos la Corte Penal Internacional, a donde han comenzado a abocarse organizaciones y familias afectadas.
"Cuando veas que afeitan a tu vecino, debes poner tus barbas en remojo"
Esto mismo es lo que sucede en Nicaragua, en Cuba, en Rusia y hasta el momento en Venezuela, pero aquí se pregona que se cuenta con "el mejor sistema penal del mundo", aunque no sea justo ni independiente.
El derrumbe del chavismo y la inminente fuga de Maduro de Venezuela -no tiene otra alternativa- trae a cuentas un viejo refrán: "Cuando veas que afeitan a tu vecino, pon tus barbas en remojo...."