Solamente el 56.6% de la población salvadoreña reconoce que los espacios naturales actualmente “están muy descuidados”, debido a la acumulación de basura y otros factores de contaminación, refleja el "Primer Estudio Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales" presentado por la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
“Son las típicas contradicciones de las culturas, esto no es nuevo que la gente reconoce que hay un problema, pero a la vez dice es culpa de la gente”, señaló el Dr. Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencias, Tecnología e Innovación (ICTI) de la universidad, argumentando que las personas “intuyen que son otros los que contaminan, porque es más fácil echarle la culpa a algo más abstracto”.
La investigación fue desarrollada entre del 26 al 31 de julio de este año, a través de entrevistas a más de 1,200 personas mayores de edad.
Para el 52.2% de la población encuestada, el Estado Salvadoreño se encuentra “poco” preocupado por el medio ambiente, debido a la percepción de acciones aplicadas.
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Uno de los datos más relevantes es la percepción de contaminación en los ríos que tiene la población salvadoreña, pues el 62.6% considera que están “muy contaminados”, mientras que el 27% sostiene que se pueden catalogar como “contaminados”, el 9% indica que están “poco contaminados”, y el 1% piensa que no se encuentran contaminados.
Un amplio 97.7% de la población reconoce que las playas tienen un nivel de contaminación, señalando el plástico como el factor principal entre los contaminantes.
Hasta el 75.7% de los participantes cree que no hay suficiente educación ni concientización sobre el cuido de los cuerpos de agua.
“Creo que hay que trabajar las medidas de andar recogiendo plástico, son una especie de espiral infinita, no se trata de andar poniendo río bardas y poner a los presos a recoger plásticos en las playas, sino de trabajar mejor la parte educativa y de crear opciones”, señaló Picardo Joao.
Para el investigador, no se trata solo de colocar basureros para clasificar los desechos, sino que esto debe complementarse con el esfuerzo de las autoridades para recolectar y seguir el tratamiento adecuado de dichos desechos.
“Yo fui a playa Las Flores en noviembre y habían tres contenedores plástico, metales y otro para basura orgánica, pero estaban inundados los contenedores. Si nadie recoge las cosas, ¿de qué me sirven los contenedores?”, cuestionó el investigador. “Hay que ser coherentes, si van a poner tres contenedores que alguien recoja la basura, si no, no sirve de mucho”, dijo el director del ICTI.
Con base en los resultados de la investigación, el Dr. Picardo señala que la educación en las escuelas podría ser el factor que marque una diferencia real, debido a que los niños pueden llegar a ser “vectores de cambio en las conductas de los padres. Se debería hacer una campaña bastante fuerte desde el Ministerio de Educación”, señaló.
Al cuestionar a la población sobre quién puede ser el principal responsable de la contaminación, el 60% de los encuestados señaló que esto responde a “la cultura de la gente”.
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Inundaciones urbanas y basura
Durante los últimos años, el territorio salvadoreño ha sufrido un deterioro ambiental, que ha llegado a provocar temperaturas récord y las constantes inundaciones urbanas en los últimos meses; sin embargo, existe muy poco interés en generar un cambio.
Según los datos del estudio, el 92.2% de los participantes cree que el cambio climático existe y un 68.6% considera que su comunidad no está preparada para enfrentar los impactos de este.
Hasta el 82.2% de los participantes concuerdan que este año se han observado más inundaciones producto de las fuertes lluvias.
Para los participantes en este sondeo social, las principales causas de las inundaciones urbanas son: 82% acumulación de basura en los tragantes; 15.4% deforestación y 13.5% que está lloviendo más que antes.
“Con los temas ambientales ocurre el fenómeno que no me creo responsable de las acciones y creo que hay otros, cuando dejo una botella por ahí presumo que alguien la va recoger o reciclar”, señaló el investigador.
Una de las soluciones que Picardo Joao presenta es adoptar medidas como en Costa Rica, donde se han reemplazado algunos materiales para la fabricación de utensilios desechables, debido a que los microplásticos no se descomponen sino que están contaminando los espacios naturales y también los animales, donde muchos de ellos forman parte del consumo humano.