La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) lanzó la campaña "Asociarme, Expresarme, Reunirme Pacíficamente ¡Son mis derechos!" que visibilizará la importancia de los tres derechos fundamentales que se ejercen en el espacio cívico: libertad de asociación, libertad de expresión y libertad de reunión pacífica.
La campaña también busca promover una cultura de derechos en la ciudadanía, para que se sume a la defensa de estos pilares de la democracia.
“Estos tres derechos son de suma importancia para la ciudadanía salvadoreña y tienen un respaldo en el marco jurídico nacional e internacional”, destacó el director de Fespad, Héctor Carrillo.
La campaña consta de materiales audiovisuales, colocados en redes sociales y medios de comunicación tradicionales, con el propósito de generar conciencia sobre los desafíos para el ejercicio de estos derechos en la actualidad en El Salvador y las consecuencias de su erosión.
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La iniciativa forma parte de la “Plataforma de monitoreo del espacio cívico”, la cual registra y sistematiza denuncias de vulneraciones al derecho al espacio cívico y los marcos normativos que limitan la labor de las organizaciones de sociedad civil.
Fespad recordó que solo de enero a abril de este año, la plataforma registró más de 30 casos de vulneraciones al espacio cívico, siendo el derecho a la libertad de expresión el principal afectado.
“No puede haber una sociedad democrática si no hay libertad de expresión, tampoco puede haber una sociedad democrática si sus ciudadanos no se pueden asociar libremente. Es un estándar de la democracia poder reunirse con fines lícitos”, aseguró Carrillo.
Con la campaña se busca también que las autoridades escuchen las necesidades de la ciudadanía.
“Cuando limitamos el derecho de asociación, expresión y reunión, perdemos todo en El Salvador”, advirtió el director de la Fundación.
Derechos consagrados
La Constitución de la República en su artículo 6 vela por la libertad de expresión: “Toda persona puede expresar y difundir libremente sus pensamientos siempre que no subvierta el orden público, ni lesione la moral, el honor, ni la vida privada de los demás… En ningún caso podrá secuestrarse, como instrumentos de delito, la imprenta, sus accesorios o cualquier otro medio destinado a la difusión del pensamiento”.
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A continuación, en el artículo 7 se resguarda el derecho de asociación: “Los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y a reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación. No podrá limitarse ni impedirse a una persona el ejercicio de cualquier actividad lícita, por el hecho de no pertenecer a una asociación”.
Carrillo recordó que a nivel internacional, la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, contemplan también estos derechos, y cada uno ratificó el Estado salvadoreño, por lo que es de obligatorio cumplimiento.
FESPAD llamó a la ciudadanía a unirse a esta campaña, compartiéndola en sus redes sociales y medios habilitados: “Todas y todos tenemos un papel que desempeñar en la defensa de nuestros derechos fundamentales”.
“La restricción del espacio cívico perjudica la buena administración pública, en tanto que impide una labor de contraloría social de parte de la ciudadanía y, por ende, implica un alejamiento entre las y los ciudadanos y las y los funcionarios; situación que constituye una afectación del componente democrático de la sociedad", señala Fespad.