Difícil elegir entre las comedias y dramas que protagonizó Robin Williams.
"Mrs. Doubtfire", "Jumanji", "Hook", "Aladdín", "The Birdcage", "Night at the Museum", "Happy Feet", "Good Morning, Vietnam", "Good Will Hunting", "Dead Poets Society", "Awakenings" o "One Hour Photo" son solo algunas de las producciones que conquistaron a más de una generación que rió y lloró junto al ganador del Óscar.
Hace diez años, el 11 de agosto de 2014, el mundo perdió a una estrella, unas de las más queridas, que sufría de demencia de cuerpos de Lewy, algo que se descubrió al hacerle la autopsia.
TE PUEDE INTERESAR: Disney revela adelanto de los próximos "Avatar" y "Star Wars"
Una enfermedad neurodegenerativa que provocó en el actor muchos y graves problemas, entre ellos depresión, ataques de ansiedad o paranoia. Le quedaban solo tres años de vida y, "probablemente", de haber seguido viviendo, hubiese pasado ese tiempo encerrado en un centro psiquiátrico, como señaló su viuda, Susan Schneider, al año siguiente del fallecimiento de su marido.
Williams se ahorcó con un cinturón el 11 de agosto de 2014 y su cuerpo sin vida fue encontrado por su asistente personal en uno de los dormitorios de su casa de Tiburón, en el área de la bahía de San Francisco. Tenía solo 63 años.
El artista había estado trabajando intensamente ese año y en julio decidió ingresar durante varias semanas un centro de rehabilitación en Minnesota "por precaución", dijo entonces su representante.
Tenía un largo historial de abusos de cocaína y alcohol que se remonta al principio de la década de 1980 y, aunque mantuvo a raya sus adicciones durante años, recayó en 2006.
Nacido en Chicago el 21 de julio de 1951, Williams inició su carrera con un pequeño papel en la serie "Happy Days" en 1974 y debutó en el cine en 1980 con "Popeye", aunque su primer éxito fue en 1988 con el papel de locutor de radio en "Good Morning, Vietnam", que le valió su primera nominación al Óscar.
Optaría de nuevo por "La sociedad de los poetas muertos", una película que marcó a toda una generación con la famosa escena de los alumnos recitando "¡Oh capitán, mi capitán!", el poema de Walt Whitman.
LEE TAMBIÉN: Celia Cruz le pone "¡azúcar!" al dólar
También en 1991 por "The Fisher King", pero lo ganó en 1998, como actor de reparto, por "Good Will Hunting", la cinta que dio a conocer a Matt Damon y Ben Affleck.
Aunque hizo reír a varias generaciones, Williams siempre arrastró un poso de amargura y su imagen pública de genial cómico contrastaba con una vida complicada, marcada por sus adicciones.
Coqueteó con las drogas junto a su amigo John Belushi, fallecido a los 33 años por una sobredosis. "La cocaína es la manera que tiene Dios de decirte que estás ganando demasiado dinero", decía con ironía.
También tuvo una vida sentimental algo caótica, con tres hijos de sus dos primeros matrimonios, y una tercera boda en 2011 con Susan Schneider.
Muchos expertos consideran que el talento de Williams siempre estuvo por encima de los papeles que le ofrecían y que le encasillaron en su lado cómico; él mismo estaba obsesionado con hacer reír, como señaló su biógrafo, Dave Itzkoff, al que el actor confesó con pesadumbre años antes de su muerte que sentía que ya no conseguía ser divertido.