El río Sena ha estado demasiado sucio para nadar durante toda la semana después de que París se inundara por la lluvia durante apertura de los Juegos Olímpicos, con el equivalente a un mes de lluvia cayendo durante 36 horas.
Las tormentas abrumaron el sistema de alcantarillado de la ciudad a pesar de una reciente mejora de 1.400 millones de euros, lo que provocó vertidos de aguas residuales sin tratar que aumentaron los niveles de la bacteria E. coli.
Mientras se desarrollaba el evento, la atleta belga Jolien Vermeylen dijo que prefería no pensar en la calidad del agua.
“Mientras nadaba bajo el puente, sentí y vi cosas en las que no deberíamos pensar demasiado”, dijo Vermeylen.
“El Sena está sucio desde hace cien años, así que no pueden decir que la seguridad de los deportistas es una prioridad. Es una tontería”, agregó.
El triatlón en el Sena, seguido del maratón de natación la próxima semana, tenían como objetivo destacar los esfuerzos realizados por las autoridades francesas para limpiar la vía fluvial, que estuvo prohibida para los nadadores parisinos desde 1923.
Debido a una primavera y un comienzo de verano excepcionalmente húmedos, el Sena falló sistemáticamente en las pruebas hasta principios de julio.
Pero el agua del Sena era de "muy buena" calidad en el plano bacteriológico durante las pruebas de triatlón el pasado miércoles, indicó un día más tarde el Comité de Organización de los Juegos Olímpicos (COJO). El Sena, reprobado.