Los familiares y amigos más cercanos del cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta recordaron su asesinato, cometido hace un año en la isla tailandesa de Koh Phangan, con una misa en la iglesia de su natal Santa Cruz de Lorica a la que acudieron además muchos de sus paisanos.
Los padres de la víctima, la maestra jubilada Ana Marcela Arteaga y Leovaldo José Arrieta, recibieron el pésame de los loricanos que se acercaron a la iglesia para acompañarlos en la ceremonia por el médico, asesinado el 2 de agosto de 2023, crimen por el que fue llevado a juicio como presunto responsable el español Daniel Sancho.
Lee también: Festival Calacas agostinas reúne bandas salvadoreñas en un mismo lugar
También estuvieron su hermana Darling Arrieta y su sobrina Fátima, una niña que, según cuentan todos los conocidos, era su adoración, pues el doctor Arrieta, de 44 años cuando fue asesinado, no tuvo hijos.
Entre quienes asistieron a la eucaristía estuvo también Victoria Jattin, quizá la mejor y más cercana amiga de infancia de Edwin Arrieta, y quien dijo a EFE que el médico "era una sola alegría pero tenía también un genio (carácter) muy fuerte".
Jattin recordó que ella y Arrieta eran como hermanos y en alguna ocasión hasta llegaron a pelear, pero en general, el médico era "una persona muy alegre".
Edwin Miguel Arrieta Arteaga era un reputado cirujano plástico que ejercía su profesión en Montería, capital del departamento de Córdoba, al que pertenece Lorica, y en Chile.
Gracias a su profesión logró escalar socialmente y se convirtió en el sostén económico de toda su familia, algo que recordaron hoy algunos asistentes a la misa.
Su buena posición económica le permitió disfrutar además de sus pasiones que eran viajar por el mundo, el buen comer, y mejorar las condiciones de vida de su familia.
"Fuiste un ejemplo de nobleza, fe y amor; tu recuerdo permanecerá para siempre en el corazón de quienes te seguimos queriendo", dice la lápida sobre el osario que guarda sus restos al lado de la iglesia de Lorica.
Arrieta se encontraba de viaje en Tailandia y se encontró en la isla de Koh Phangan con Sancho, a quien las autoridades mantienen detenido en la prisión de Koh Samui y acusan de ser el presunto autor material del asesinato, desmembramiento y posterior desaparición del cuerpo del médico colombiano.
Sancho, de 30 años, hijo del actor Rodolfo Sancho y de Silvia Bronchalo, se enfrenta a una condena máxima de pena de muerte, que Tailandia suele conmutar por un castigo menor, en caso de ser hallado culpable del asesinato premeditado de Arrieta.
El veredicto del juicio se dará a conocer el 29 de agosto y en Lorica, a miles de kilómetros de distancia, los familiares y amigos de la víctima solo esperan que la justicia tailandesa no deje impune el asesinato de Arrieta.