El 28 de julio es el Día Mundial de la Hepatitis, una ocasión en la que se busca concientizar sobre esta enfermedad que afecta el hígado, que cobra la vida de más de un millón de personas en el mundo por año y que es completamente prevenible.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud 3,500 personas mueren cada día por esta causa, en tanto al año el número de muertos se ubica en 1.3 millones, y arriba de 300 millones viven con la enfermedad.
Para el caso de El Salvador, no hay información pública actualizada sobre los casos atendidos por tipo de Hepatiti, excepto de la Hepatitis A, de la cual se han atendido entre el 1 de enero y el 27 de julio de este año, 42 casos, según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud.
La información oficial no detalla más datos sobre el comportamiento de esta enfermedad clasificada como endémica en territorio nacional.
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La hepatitis es una inflamación del hígado provocada por diferentes causas, como el consumo excesivo de medicamentos, alcohol etílico, pero principalmente por virus, explica el doctor Jorge Panameño, especialista en infectología y miembro del Colegio Médico de El Salvador.
"Hay bacterias y parásitos que pueden inflamar el hígado, hongos también, pero las más frecuentes son las infecciones virales", expone.
La hepatitis está clasificada en agentes biológicos los cuales se han identificado por letras. Las cinco principales son la hepatitis A, hepatitis B, hepatitis C, D y E. Cada una de estas tiene diferencias significativas, explican los expertos.
El doctor Panameño explica que los virus que causan esta inflamación se dividen en dos tipos, aquellos que se contraen o se transmiten a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con heces humanas, entre las que se tienen principalmente la Hepatitis A y la Hepatitis E; y aquellos que se adquieren a través del contacto con la sangre y fluidos corporales, dentro de las que se clasifican la hepatitis B y la C y la D.
Las formas de contagio pueden ser por medio de una geringa compartida, cuchillas de afeitar o por medio de relaciones sexuales.
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A lo largo de los años, añade el doctor Panameño, las hepatitis han venido cobrando una importancia vital sobre todo porque algunas de ellas pueden llevar a una enfermedad crónica que a su vez pueda generar complicaciones como daño hepático, insuficiencia hepática, cirrosis, cáncer de hígado o incluso la muerte.
"De las que hemos mencionado (tipos de hepatitis) tres son las que en este momento son de suma importancia y que se convierten en problemas de salud pública. Entre estas la hepatitis A que es una enfermedad característica de naciones en vías de desarrollo", explica el especialista.
La falta de acceso a agua potable en cantidad y calidad, la falta de drenaje adecuado para las aguas grises y aguas negras, son factores entre los que se genera. La hepatitis A también toma relevancia en la niñez. En los adultos añade el experto genera cuadros de hepatitis fulminante la cual conlleva a complicaciones severas. "A pesar de que hay una alta efectiva todavía es una enfermedad endémica en países como el nuestro", agrega.
Por otra parte la hepatitis B es altamente contagiosa, provoca brotes domiciliares , en escuelas. Según las estadísticas hasta un 11% de los casos puede conducir a un estado crónico de la enfermedad.
"Estas enfermedades crónicas con una alta frecuencia van a terminar en cirrosis, cáncer o en ambas, en pacientes jóvenes sin tener antecedentes de alcoholismo. Antes de los 30 años ya están desarrollando cáncer de hígado o cirrosis hepática", apunta Panameño.
La hepatitis C también puede causar hepatitis aguda o crónica, sus manifestaciones pueden ser leves o graves, y provocar cirrosis y cáncer hepático, asimismo tiene una incidencia alta en varios países, entre los más cercanos Panamá y Costa Rica. En el caso de las mujeres embarazadas esta puede causar la muerte. Esta cepa necesita de la presencia de la hepatitis B para tomar fuerza.
¿Cuáles son sus síntomas?
De acuerdo a la OMS los síntomas de las hepatitis A, B y C pueden incluir fiebre, malestar, pérdida del apetito, diarrea, náuseas, malestar abdominal, orina oscura y coloración amarilla de la piel y los ojos (ictericia).
Los signos y síntomas de enfermedad son más frecuentes en adultos que en niños. Muchas personas incluso pueden no presentar síntomas y no saber que están infectadas.
Ante una infección aguda los síntomas pueden presentarse hasta 2 semanas y 6 meses después de haberse infectado, si se trata de una infección crónica, estos pueden aparecer muchos años después.
El Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) a través de su portal de atención primaria en salud Vida, Familia y Salud, destaca que no hay un tratamiento específico para la Hepatitis A aguda, en tanto se realiza tratamiento para los síntomas. En el caso de la hepatitis B y C agudas sólo se tratan en situaciones especiales.
Ante un diagnóstico positivo, la entidad recomienda guardar reposo, no ingerir alcohol y no automedicarse. "El tratamiento específico de la hepatitis, en caso de ser necesario, debe ser indicado por el médico especialista", acota la entidad de Salud.
La OPS por su parte recomienda para prevenir la enfermedad mantener medidas básicas de higiene como lavarse las manos y cubrirse al toser o estornudar, entre otras medidas que conduzcan a la prevención de infecciones virales.
¿Cómo prevenir la hepatitis?
El lavado de manos, buena higiene y relaciones sexuales seguras están entre las principales recomendaciones de las autoridades de salud para la prevención de la enfermededad.
Hepatitis A: lavado frecuente de manos antes de cocinar y después de ir al baño. Vacunación. Evitar compartir objetos de uso personal. Evitar consumir alimentos o bebidas si no conoces su preparación.
Hepatitis B: relaciones sexuales seguras. Vacunación. Evite compartir jeringas o frascos intranasales.
Hepatitis C: si decide realizarse un tatuaje busque lugares autorizados, el material debe ser desechable y esterilizado. Evite exponerse a sangre contaminada.
Hepatitis D: relaciones sexuales seguras, vacunarse contra Hepatitis B, evitar contacto con sangre contaminada.
Si su pareja tiene Hepatitis A, B o C crónica debe consultar en la unidad médica más cercana.
Fuente: ISSS