El 14 de junio de este año, luego de que en redes sociales fueran publicadas imágenes de Marvin Alexis Díaz Lozano, esposado a una camilla del Hospital Nacional Rosales, el joven fue liberado y entregado a su madre. Ocho días después le dieron el alta médica, pero este domingo murió.
Marvin no pudo ganarle la batalla al cáncer que se le desarrolló durante los 20 meses que estuvo en prisión y la tuberculosis que adquirió durante estuvo encarcelado injustamente, acusado de ser pandillero, cuando en realidad, según su madre María Elena y vecinos del cantón Los Jobos, era un muchacho trabajador.
Marvin era originario del cantón Los Jobos, de Santa Elena, Usulután. Fue capturado en el casco urbano por miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) quienes ese mismo día fueron a arrestar a José Medardo Díaz Lozano, de 25 años, acusado también falsamente de ser pandillero.
Según Movir (Movimiento de Víctimas del Régimen), Marvin tenía carta de libertad desde hace un año, pero como sucede con muchas personas capturadas arbitrariamente, inexplicablemente el Estado lo mantenía privado de libertad pese a las graves condiciones de salud.
De acuerdo con testimonios de María Elena, su hijo estuvo ingresado desde el 24 de febrero de este año, aunque ella jamás fue notificada por Centros Penales ni por el hospital; lo supo hasta que pudo hablar con Marvin, luego de que el 14 de junio le retiraran la custodia a la que estaba sometido.
Los restos de Marvin están siendo velados en el cantón Los Jobos y mañana será sepultado. Aparentemente, José Medardo, quien sigue en prisión injustamente, no sabe que su hermano ha muerto. Según María Elena, ambos eran muy apegados.