Un tribunal ruso condenó este viernes al periodista estadounidense Evan Gershkovich a 16 años de cárcel por espionaje, una acusación que Moscú nunca demostró y que tanto el reportero, su familia y la Casa Blanca niegan.
El periodista del Wall Street Journal, de 32 años, deberá cumplir su condena en una colonia penitenciaria de "régimen estricto", ordenó el juez Andrei Mineyev, según un periodista de la AFP presente en el tribunal.
Gershkovich, de pie en la jaula de cristal tras la cual asistió a su juicio a puertas cerradas, no reaccionó al escuchar la sentencia. Vestido con pantalones oscuros y una camiseta, saludó con la mano a sus colegas periodistas mientras se lo llevaban
Según publica el Wall Street Journal en la nota sobre la sentencia, el veredicto del tribunal emitido el viernes, después de tres días de audiencias, fue visto por muchos "como una conclusión previsible", ya que las absoluciones en los juicios por espionaje ruso son extremadamente raras.
La publicación añade que a Gershkovich "se le otorgaron pocas de las protecciones que normalmente se les otorgan a los acusados en los Estados Unidos y otros países occidentales".
"Esta vergonzosa y falsa condena se produce después de que Evan haya pasado 478 días en prisión, detenido injustamente, lejos de su familia y amigos, impedido de informar, todo por hacer su trabajo como periodista”, dijeron Almar Latour, director ejecutivo de Dow Jones y editor de The Wall Street Journal, y la editora en jefe del Wall Street Journal, Emma Tucker, según retoma la publicación del periódico estadounidense.
Evan fue detenido en Rusia el 29 de marzo de 2023 en Ekaterimburgo, en los Urales, por presuntamente haber recogido informaciones sensibles para la CIA sobre uno de los principales fabricantes de armas rusos, Uralvagonzavod, que produce los tanques T-90 usados en Ucrania. Es hijo de emigrantes de la era soviética en Estados Unidos.
Según el periódico donde laboraba, fue detenido por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia mientras estaba realizando una misión periodística en el país. Tenía credenciales de prensa completas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. Fue acusado de espionaje, lo que lo convirtió en el primer estadounidense detenido por tal acusación desde la Guerra Fría.