En la historia universal, los destinos de las naciones dependieron en gran medida de liderazgos basados en creencias culturales, mitos, magia, religión, monarquías, hasta que en la Ilustración apareció la ciencia y los datos. La racionalidad cambió todo, y desde el siglo XVIII las ecuaciones del desarrollo se basan en educación, ciencia y tecnologías.
La movilidad del talento científico ha sido clave para comprender las dinámicas de las potencias económicas, militares o tecnológicas. Ninguna sociedad es superior a sus universidades; las patentes, publicaciones de artículos y revistas, conferencias, debates, laboratorios, son la clave para comprender el desarrollo y el futuro.
En nuestra región está demasiado claro el panorama, al analizar la data de las grandes universidades públicas versus el crecimiento económico y la atracción de inversión extranjera directa, los polos en orden de prioridad son: Universidad de Costa Rica, Tecnológico de Costa Rica, Universidad Nacional de Costa Rica, Universidad de Panamá; luego sigue Universidad San Carlos de Guatemala, Universidad Nacional de Honduras, Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua – León y al final, muy atrás, la Universidad de El Salvador. Los datos de patentes, publicaciones y Startups son escalofriantes…
Recientemente se publicó la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2023; en términos generales este levantamiento de datos nos presenta una foto del país, que más o menos se podría resumir así:
Analfabetismo 9.3%; Cobertura escolar nacional 55%; Tasa de asistencia escolar 4 a 29 años: 55%; Tasa de inasistencia escolar: 26.2% (relativo 45%); Repitencia 5.4%; Escolaridad promedio: 7.3 grados (urbana 8.3, rural 5.6); acceso a Seguro médico 27.1% (ISSS o privado). Salario promedio: $407.92 (hombres $448.04, $358.39 mujeres); de trabajadores no calificados $ 267.31; de trabajadores de servicios y vendedores $ 365.15; de agricultores $389.88; de operarios y artesanos $389.99; de operadores de instalaciones y máquinas $ 412.13; de Fuerzas Armadas $425.86; de empleados de oficinas $504.24; técnicos y profesionales nivel medio $ 577.66; científicos e intelectuales $770.50; y el de los “servidores públicos” o gobierno $970.18. El 54% de la población ocupada cuenta con menos de 10 años de estudios aprobados, solo el 16% tiene más de 13 grados de estudios. Trabajo infantil 70,171 niños (as), en trabajo peligroso 50,507. Niños en abandono 37.9% = 501,444. NINIs (15 a 24 años) 223,038, 21.5% de la población; NINIs 15 a 29 años 362,697.
De estos datos parciales podemos sacar algunas conclusiones importantes para el presente y futuro:
1.- La situación del sistema educativo está intacta o estática, los pocos indicadores que se mueven son por ósmosis natural.
2.- Si el principal recurso del país es su gente, no hay evidencia que las capacidades humanas, técnicas y profesionales estén mejorando.
3.- Los “milagros económicos” ocurren después de los “milagros educativos”; atraer inversión extranjera de calidad implica mejorar no sólo la escolaridad promedio sino también la Productividad Total de los Factores (PTF).
4.- Desde los años 90 estamos en un bucle similar; no hay quiebres, rupturas, cambios, luego ningún indicador macroeconómico podrá mejorar.
5.- Existen serias amenazas demográficas en el debilitamiento o envejecimiento de la fuerza laboral; el bono demográfico ya transitó al rango de 25 a 29 años; y según los datos de la pirámide poblacional la matrícula educativa irá en descenso.
Por si fuera poco, dada la situación de la Universidad de El Salvador, en materia de infraestructura, equipamiento, presupuesto y sobre todo “deuda del sector gubernamental”, me atrevería a afirmar que lejos de mejorar está retrocediendo, esto a pesar del talento humano y de los programas que ofrece; de las universidades privadas mejor no opino… Y es aquí en dónde deberían estar sembradas las esperanzas del futuro del país, ya que confluyen la mayoría de estudiantes de Educación media que se gradúan, y conste que son apenas 4 de cada 10 los que terminan Educación media, y son 2 de cada 10 los que llegan a la universidad y sólo 1 de cada 10 culmina sus estudios universitarios.
Diseñar políticas públicas implica crear soluciones a los problemas. Vemos un par de ejemplos de necesidades concretas para mejorar el sistema educativo y algunos indicadores nacionales:
Un factor crítico en el sistema educativo salvadoreño -según resultados de pruebas estandarizadas- es que nuestros estudiantes: “conocen, pero no comprenden ni aplican lo que aprenden y saben”. Esto supone dos cosas importantes: capacitar a los docentes para enseñar de un modo distinto, y equipar laboratorios. Ésta es una decisión que no se ha tomado y es fundamental.
Crear un marco de flexibilidad administrativa y curricular; todo nuestro sistema es rígido y burocrático, lo que dificulta el ingreso y movilidad de nuestros estudiantes. Incluso no tenemos un eslabón técnico importante, lo equivalente a Community College, es decir espacios formativos técnicos de habilitación laboral con acceso a la educación superior. Esta es otra decisión importante para cambiar nuestra matriz educativa.
No es una tarea fácil cambiar el rumbo de una nación, ni es un proyecto de corto plazo. Nunca hemos tenido políticas de Estado de largo plazo, siempre hemos funcionado con la lógica personalizada de políticas de gobierno. Y en cada borrón y cuenta nueva, descartamos todo lo anterior y volvemos a comenzar y por esta razón nunca avanzamos. Seguimos en ese bucle ineficiente, y ahí está como evidencia la data macroeconómica y microeconómica.
En este quinquenio que pasó hubo dos planes que abordaron los temas educativos: “Cuscatlán” y “Torogoz”, pero ninguno se terminó cumpliendo…; y hoy comienza otro quinquenio con un posible tercer plan “Mi nueva escuela”; pero lo que observamos no son planes sino proyectos fractales: entrega de computadoras, reformas de planes de estudio, narrativa de primera infancia, entre otras ideas.
Para ser optimistas, digamos que las pruebas ERCE del Laboratorio de la Calidad y PISA de la OCDE, han dejado una triste y pobre línea de base educativa; en teoría, peor que eso no podemos estar y sería relativamente fácil mejorar esos resultados, pero se necesita un buen plan y la voluntad de cumplirlo y de financiarlo.
En teoría: Educación siempre será la solución de la mayoría de nuestros problemas; en la práctica: todo está igual… porque “El sentido común no es resultado de la educación” (Víctor Hugo).
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Investigador Educativo/opicardo@uoc.edu