En mi artículo anterior hablé sobre algunas generalidades relacionadas con el sueño, algunos elementos de su fisiología y algunas teorías sobre su importancia en el funcionamiento general del organismo. Ahorá me centraré en una parte del sueño que ha despertado mucho interés y hasta sorpresa desde su descubrimiento: el sueño REM.
Durante mucho tiempo se pensó que el sueño era un proceso pasivo, en el cual simplemente las funciones cerebrales y del cuerpo en general entraban en una etapa de reposo y que su finalidad era únicamente la de restablecer las energías gastadas durante el día. Con la introducción en la Medicina de pruebas de gabinete como el electroencefalograma, que detecta y grafica la actividad eléctrica del cerebro, se pudo determinar que el sueño no es una actividad uniforme y que, por el contrario, tiene diferentes etapas.
Al acostarnos a dormir aparecen inicialmente cuatro fases, que se distinguen por los tipos de onda que se observan en el trazado electroencefalográfico, y que conforme va pasando el tiempo vuelven al sueño cada vez más profundo. En estas etapas el cerebro baja de temperatura (lo que indica que su actividad disminuye) y se observa también una disminución de la presión arterial y el pulso. En las fases 3 y 4 que son las del sueño profundo es difícil despertarse y pasar al estado de vigilia. Hasta aquí todo bien, todo de acuerdo a la lógica y a lo que siempre se supuso. Pero en 1953 dos cientícos de la Universidad de Chicago, los doctores Aserinski y Kleitman advirtieron que aproximadamente hora y media de estar dormidos el cerebro y el cuerpo entran en una fase distinta, aparentemente paradógica. Aunque los ojos están cerrados los globos oculares comienzan a moverse rápidamente, especialmente en sentido horizontal. Asimismo el cerebro recupera su temperatura usual y vuelve a funcionar muy activamente, como cuando estamos despiertos. El pulso vuelve a aumentar y la respiración se torna irregular. También ocurren en esta fase las ensoñaciones y los sueños más vívidos. Al estar el cerebro muy activo la persona podría moverse como consecuencia de lo que sueña pero en esta fase ocurre también que el tono muscular disminuye a un mínimo y el cuerpo se paraliza.
Debido a que en esta fase lo más notable son los movimientos oculares se le llamó MOR (movimientos oculares rápidos) o REM (rapid eye movement, por sus siglas en inglés). Asimismo se llamaron a las cuatro fases iniciales como sueño no REM o nREM. El sueño REM, también conocido como sueño paradógico o desincronizado, ha llamado mucho la atención. Se ha descubierto que lo poseen todos los mamíferos, variedades de pájaros y hasta algunos réptiles. En los seres humanos los bebés tienen mayor cantidad de sueño REM, que va disminuyendo conforme se envejece. Se piensa que el sueño REM tiene como funciones la consolidación de la memoria, el procesamiento de las emociones y el mantenimiento de la integridad neuronal. La disminución patológica del sueño REM se ha asociado a trastornos neurodegenerativos como la Enfermedad de Alzheimer y el Parkinson.
Aunque se sueña en prácticamente todas las etapas del sueño los sueños de la fase REM son más vívidos y se parecen más a la realidad. Algunas investigaciones han determinado que los movimientos oculares que se advierten en el sueño REM corresponden a las imágenes que vemos en los sueños, que por ciero son a colores. Pero de los sueños en sí hablaremos después.
Médico Psiquiatra.