El Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una patología de salud mental caracterizada por la dificultad para prestar atención, un exceso de actividad y comportamientos en los que no se tienen en cuenta las consecuencias. Este no solo afecta a los niños, si no que también puede estar presente en la vida adulta.
Según los expertos en salud mental, el TDAH se caracteriza por tres componentes: la hiperactividad, el déficit de atención y la conducta impulsiva.
El doctor Carlos Acevedo, presidente de la Asociación de Psiquiatras salvadoreños por la Salud Mental (APSAM), explica que generalmente se diagnostica antes de los 12 años, y que los síntomas aparecen desde la primera infancia, generalmente cuando el niño empieza su etapa de socialización, con la familia y la escuela.
En la etapa escolar, añade, es cuando los maestros suelen identificar en el niño conductas que no son propias de su edad.
Aunque el TDAH está más relacionado con la niñez, este podría pasar desapercibido en las primeras etapas de la vida y continuar hasta la adultez, añade el especialista.
En el caso de los niños, explica, el bajo rendimiento escolar, problemas para socializar o relacionarse con los demás, baja autoestima, dificultad para seguir instrucciones y problemas para organizar tareas y actividades, están vinculados al TDAH.
Otras manifestaciones son presentar disgusto a las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como una tarea escolar; niños que se distraen con facilidad o que pierden los objetos de una tarea o actividad que deben realizar, que tiene problemas para jugar o realizar actividades pasivas, o que hablan demasiado o se distrae con facilidad.
En el aula, explica, el niño se levanta mucho del pupitre, no presta atención a la clase, habla mucho, interrumpe la clase, no hace sus tareas, le cuesta seguir indicaciones, no puede concentrarse, presenta problemas de conducta provocados por la impulsividad.
El doctor Acevedo agrega que el TDAH muchas veces puede relacionarse con el desarrollo de inteligencia del niño, no obstante explica que no están vinculados, pues es la falta de concentración focalizada, que sí existe en el TDAH, la que va a provocar una deficiencia escolar, ejemplifica.
Edades con mayor prevalencia
De acuerdo al informe de Carga de los trastornos mentales en la Región de las Américas, en el perfil de país, de la Organización Panamericana de la Salud, se tiene que la mayor prevalencia del TDAH en El Salvador para el año 2020 está entre los 4 a los 14 años con una tasa del 20%.
La Organización Mundial de la Salud, señala que el 3.1% de los adolescentes entre 10 a 14 años de la población mundial lo padece, mientras que el 2.4% corresponde a los jóvenes entre los de 15 a 19 años.
Un diagnóstico correcto, añade el doctor Acevedo, debe ser establecido por un neuropediatra o un psiquiatra infantil, de tal manera que el niño de manera oportuna pueda recibir el tratamiento adecuado a fin de que pueda desarrollar todo su potencial.
El presidente de APSAM explica que no hay pruebas biológicas para el diagnóstico del TDAH, no obstante se requiere de algunos estudios e información que puedan brindar los padres y maestros así como su historial clínico y antecedentes genéticos.
Un diagnóstico temprano, añade, puede ayudar a mejorar el rendimiento académico y el desarrollo social y emocional del niño, apuntan los expertos.
"Cuando decimos que hay un problema de hiperactividad y de atención a la impulsividad estamos hablando que (la conducta) se sale de lo que uno espera para el normal desarrollo de ese niño o de ese adulto para la edad que tiene", continúa.
APSAM resalta que el tratamiento para este trastorno es un tratamiento a largo plazo, "no se conoce en sí una cura", expone el doctor Acevedo. No obstante, explica que se puede acompañar clínicamente a una persona hasta la vida adulta.
El TDAH es tratado mediante medicamentos y terapias. El doctor añade que también hay un factor hereditario comprobado, no obstante resulta importante detectarlo de manera temprana.
Sobre sus causas
"El TDAH no tiene un origen comprobado, no se sabe a ciencia cierta que lo provoca, pero sí se ha visto involucrada la genética, entre el 60 y 70% se asocia a un factor de heredabilidad", apunta el entrevistado.
Y agrega: "Se sabe y se han hecho estudios de que lo que está afectado es la corteza prefrontal que es la que nos da nuestra capacidad de las funciones que llamamos ejecutivas: concentración, planeación, fijación de la atención, memoria y retención; además se involucran alrededor de tres sustancias como mínimo, como la noradrenalina, que es que permite estar alerta; la dopamina, que tiene que ver con la felicidad; y la serotonina que tiene que ver con las emociones y el estado de ánimo", puntualiza.
Asimismo explica que no todos los síntomas van a estar presentes en una persona: "se ha visto que hay personas que pueden presentar solo impulsividad o pueden presentar solo déficit de atención y no hay hiperactividad, por lo que un diagnóstico de un profesional será el más efectivo para determinar la enfermedad.
Una persona adulta con TDAH se va a ver afectada para desarrollarse tanto en el hogar, el trabajo o a nivel académico; con amigos y en otras actividades.
20%
Es la tasa de prevalencia del TDAH en las edades de 4 a 14 años, según datos presentados por la OPS en el perfil de país del informe Carga de los trastornos mentales en la Región de las Américas 2020.
El TDAH "es un problema serio que vale la pena tomar en cuenta; en el caso de los adultos tenemos la obligación moral, pero en el caso de los niños, tiene el derecho universal a que se atiendan todas sus necesidades", concluye.
Acevedo recomienda a los padres y responsables de la niñez, como primer paso, prestar atención a la conducta, no normalizar todo lo que hacen, y trabajar en conjunto padres y maestros cuando se identifica a un niño que tenga alguna dificultad de concentración; documentar cuáles son los problemas que se identifican, y consultar de manera temprana.
Cabe señalar que a nivel público también hay unidades de salud que brindan atención en salud mental.