En la Edad del Conocimiento, a lo que debe agregarse el nuevo aporte de la Inteligencia Artificial, cada pueblo, cada familia debe esforzarse para aprovechar al máximo, en unión a los suyos, lo que la tecnología poner a su alcance, compartiendo en lo posible ese esfuerzo con amigos y allegados, lo que contribuye a evitar que jóvenes y adultos caigan en malos hábitos.
Se dice que conseguir que una persona deje el sillón y los culebrones para en cambio caminar y ocuparse de su cuerpo, de lo que come y hace, compartir tiempo con su familia y sus hijos, es la mejor manera no solo de alargar la vida, sino además de lograr una mejor salud, pensando que en igual manera como “el pez muere por su boca”, atiborrarse de alimentos chatarra, de no cuidar la dieta, es una manera de suicidarse...
Sin embargo, no hay que bajar la guardia con la tecnología, es decir, no confiemos en todo lo que vemos en la web y en las redes sociales porque allí se esconden muchos lobos con piel de oveja, manipuladores, demagogos y encantadores de serpientes.
La inteligencia artificial, que permite generar millones de mensajes en pocas horas y discusiones falsas en foros, multiplica a un coste menor el impacto de la desinformación y de las operaciones de injerencia extranjera, advierten expertos.
Por ejemplo, la inteligencia artificial generativa favorece la propagación de falsas informaciones sobre el Holocausto, lo que puede alimentar el antisemitismo y alterar nuestra relación con la verdad histórica, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“Si permitimos que estos hechos terribles del Holocausto sean edulcorados, deformados o falsificados mediante el uso irresponsable de la IA, nos arriesgamos a una propagación fulgurante del antisemitismo y a la disminución de nuestra comprensión de las causas y consecuencias de estas atrocidades”, afirmó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en un comunicado.
La Unesco difundió esta publicación en colaboración con el Congreso Judío Mundial, con motivo del Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio.
Los modelos de IA generativa, como ChatGPT, que crean textos, fotografías, sonidos y videos, a partir de búsquedas de lenguaje, pueden inventar hechos de la Segunda Guerra Mundial que nunca ocurrieron, advierte la Unesco.
En febrero, la aplicación de inteligencia generativa de Google, Gemini, causó revuelo creando imágenes de nazis con piel negra.
La IA favorece el pensamiento conspiracionista, insiste Karel Fracapane, especialista de educación sobre el Holocausto en la Unesco.
“Es un buen ejemplo de la forma en la que la IA, cuando se aplica en temas especialmente difíciles y controvertidos, puede llevar a una fuerte erosión de la cultura democrática”, dijo a AFP.
Las empresas tecnológicas tienen que demostrar “más rigor, transparencia y responsabilidad”, añadió.
EE.UU. y otras potencias buscan regular la IA
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el año anterior una orden ejecutiva o decreto para regular el uso de la inteligencia artificial y que busca el compromiso de las empresas líderes en innovación para garantizar nuevos estándares de seguridad, manejo, privacidad y protección de los usuarios.
El mandatario insistió en que está “decidido a hacer todo” lo que esté a su alcance “para promover y exigir una innovación responsable”, lo que incluye invocar la poderosa Ley de Producción para la Defensa -que el “gobierno federal utiliza en momentos urgentes”- para asegurarse de que las compañías demuestren la seguridad de sus proyectos con IA antes de su lanzamiento al gran público, informó La Voz de América.
En marzo, el Parlamento Europeo aprobó la Ley de Inteligencia Artificial, que garantiza la seguridad y el respeto de los derechos fundamentales al tiempo que impulsa la innovación.