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Lluvias destruyen cultivos locales, pero sigue la importación

El comercio de alimentos desde Honduras y Guatemala no se ha bloqueado por las intensas lluvias, pero estas han destruido 250 manzanas de cultivos de hortalizas y unas 1,000 de maíz en el país.

Por Moisés Alvarado/ Jacqueline Mejía | Jun 21, 2024- 21:48

Una calle que más parece un río es muestra de las afectaciones de las lluvias en el caserío Cazamota, en San Miguel Centro. Foto EDH / Jacqueline Mejía

Comerciantes en diferentes mercados de El Salvador han señalado que se ha presentado escasez de algunas verduras y hortalizas en el país, que son, en su mayoría, importadas desde los vecinos Guatemala y Honduras. Sin embargo, el comercio desde ambas naciones no ha sufrido ningún corte importante, pues ninguna de las fronteras ha sido cerrada, según comenta Raúl Alfaro, presidente de la Asociación Salvadoreña de Transportistas Internacionales de Carga (ASTIC). Lo que sí es posible es que, debido a las lluvias que han azotado todo el Norte de Centroamérica, el comercio de estos bienes (como el de la generalidad) se ha ralentizado.

“Hay dificultades, ha disminuido un poco la ocupación de nosotros. Pero, comprendiendo la situación, creo que está dentro de lo normal. Nada que se tenga que lamentar o que esté parada una frontera… creo que todas están abiertas. El temporal afecta a todos los países y eso dificulta un poco la carga. El tránsito es más lento que lo normal”, comentó Alfaro.

La Defensoría del Consumidor verifican precios en mercado La Tiendona. Foto EDH / Cortesía Defensoría del Consumidor.

Por lo tanto, tal como ha sido sostenido por las autoridades del Gobierno, no habría un motivo para que las verduras, frutas y hortalizas comiencen a escasear en el país y, por lo tanto, suba su precio de manera importante.

El Salvador es un país tremendamente dependiente en cuanto a estos productos alimenticios, pues dentro de las fronteras se cultiva poco. Pero sí se produce.

Una de las zonas donde este tipo de cultivos tiene más amplitud es el distrito de El Paisnal, en San Salvador Norte. Es allí donde, precisamente, más pérdidas se reportaron por las lluvias.

Durante una entrevista en YSUCA, Luis Treminio, presidente de CAMPO, indicó que los agricultores de este sitio, pertenecientes a la Asociación Nacional de Pequeños Productores Rurales de El Salvador (Anpres), informaron que perdieron más de 250 manzanas tras una inversión que asciende a $200,000, al menos $1,800 en promedio por manzana.

“El problema que tienen es que siembran en tierra fluctuante, es decir, que ya no tienen opción, tienen que esperar hasta noviembre que termina el invierno para comenzar a sembrar”, puntualizó Treminio.

De aquí se nutre parte de la demanda nacional de frutas y verduras. Estas pérdidas sí podrían tener algún impacto de aumento de precios en los próximos días.

Más maíz perdido por sembrar en mayo como indicó el MAG

Dos manzanas de cultivo de maíz y maicillo ha dado por perdidas don José María Vigil, un agricultor y habitante del caserío Cazamota, en San Miguel Centro. Con pesar, observa cómo los brotes de maíz, que tenían aproximadamente dos meses, han quedado en medio de la laguna que se ha formado, por las lluvias y el desbordamiento del Río Grande de San Miguel, en el terreno donde cultivó.

“Nosotros no esperábamos esto y, cuando nos acordamos, ya estábamos en el agua. Mucho menos pensamos en perder todo el cultivo que sembramos para alimentar a nuestro ganado el próximo verano. Ahí tenemos como dos manzanas, pero qué vamos a hacer. Con las cosas de Dios no podemos hacer nada”, relata Vigil.

José María Vigil, agricultor y habitante del caserío Cazamota, señala el terreno en el que había cultivado maíz y maicillo Foto EDH / Jacqueline Mejía

Las pérdidas económicas para este agricultor son de $2,000, aproximadamente. Aparte de ello, mencionó, cinco vacas de su hijo fueron arrastradas por el río en esta semana. Esta familia se encuentra, ahora, albergada en el refugio habilitado en Cazamota.

Otro productor de la zona afirmó que, según sus cálculos, cada año son 7,000 manzanas de cultivos de granos básicos los que se pierden a causa de las inundaciones, una situación que tiene en alarma al sector agropecuario del territorio oriental. Con tantas afectaciones, se mantiene en riesgo la seguridad alimentaria en la región.

“La sugerencia a los técnicos es la construcción de las bordas porque ya tenemos 35 años con este problema y, si no se toman medidas, vamos a seguir con lo mismo”, expresó Leonidas Díaz, habitante de la zona. Al solucionar el problema de las bordas, los productores concuerdan que, de esa zona, podría salir todo el grano para abastecer a San Miguel, pues, aseguran, que es de los sectores que había sido más productivo por el tipo de suelo y por encontrarse cerca del caudaloso Río Grande. Sus aguas se usan para los regadíos.

Otro grupo de agricultores de Cazamota manifestó que, debido a tantas pérdidas, han optado por solo hacer siembra primera. Otros, por dedicarse a otro rubro como la pesca, albañilería y el cuido de animales de granja para llevar el sustento diario a sus familias, porque nada les garantiza que, en el año, puedan lograr una buena cosecha.

“Yo, el año pasado, una manzana completita perdí. Más fue el gasto y la jarana que me quedó por querer producir, eso fue para la tormenta Julia y ya no digamos lo que perdí con la llena que entró a la casa. Ahí tenía maíz almacenado y se arruinó. Por eso, para quienes vivimos aquí, no nos da para vender, solo para consumo. Por eso, para estas fechas, la gente vende los poquitos de granos y animales que tiene, porque ni nosotros tenemos seguridad en las casas por las inundaciones del río”, explicó Abel Mendoza, agricultor de Cazamota afectado con sus cultivos.

El Río Grande San Miguel se desbordó y afectó a las comunidades de agricultores en sus riberas por la ausencia de bordas. Foto EDH / J. Mejía

Cuando el caserío no se inundaba, en Cazamota producían sandía y melón de exportación todos los años. Era de lo que vivían muchas familias. Ahora ya nadie se atreve a hacerlo por temor a las pérdidas.

Pero el de esta comunidad de San Miguel no es el único caso de pérdidas. Según reportes de la alcaldía municipal de Usulután Este, agricultores de San Dionisio también han reportado pérdidas por las constantes lluvias en esa zona.

Mateo Rendón, coordinador Nacional de la Mesa Agropecuaria Rural e Indígena, afirma que en todo el país se han perdido unas mil manzanas de maíz.

La zona sur del departamento de Ahuachapán ha sido particularmente afectada, pues los agricultores locales decidieron sembrar a mediados de mayo, confiados de que el invierno sería normal, como lo sostuvo el actual encargado de Despacho del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Óscar Domínguez.

Esto contrasta con las recomendaciones dadas a los pequeños productores agrícolas por las gremiales que los agrupan, como la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO) o la Asociación Nacional de Productores Agropecuarios (ANTA), que sugirieron esperar hasta la segunda semana de junio.

“Los que cumplieron con nuestra recomendación (empezar a sembrar en la segunda semana de junio), salieron bien”, comentó Luis Treminio, presidente de CAMPO.

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