Una tarde más en crisis para los vendedores del estadio Cuscatlán. La suspensión del juego de la final de Segunda División, entre Tiburones de Sonsonate y Cacahuatique, este domingo, dejó afectados no solo al fútbol y a los aficionados, sino además a los comerciantes en general.
Así lo confirmaron algunos de los vendedores, quienes se quedaron con sus productos sin vender casi en su totalidad. Y es que, aunque ya han vivido este tipo de situaciones en el pasado, cada vez que sucede es difícil para todos. Es un golpe duro a la crisis económica de esas familias.
Final de Segunda División fue suspendida tras alerta roja
Una vendedora de los famosos panes "chorriados", Estela Medrano, contó a CANCHA: "Nos afectó mucho todo, porque aunque los presidentes de los equipos dieron información de que sí se iba a jugar, al final dijeron que no, que no se iba a poder jugar así. Y aunque los árbitros querían, no se pudo por la lluvia".
"Nos afectaron bastante, bastante. Nos dejaron bastantes panes, solo vendimos pocos panes. Y la lluvia se vino después, ya que al principio solo estaba lluviznando, y fue peor ya no se vendió nada. Ni modo", agregó.
Medrano confirmó que, con esto, es más el saldo en rojo ya que tuvieron que pagar los gastos de traslados, más la entrada, y al contrario de ganar "aunque sea algo" solo "fueron pérdidas".
"Ahí, cuando avisaron que estaba la alerta roja, ya no se podía hacer nada. Pero sí, nos afectó, porque llebamos ya los panes prepados, yo llevaba 150 y mi hermana 200, así que sí nos afectó mucho, porque no vendimos nada. Todos perdimos", reconfirmó.
La vendedora contó que "nadie logró vender nada, ni las sodas, ni los platanitos, nada. Lo más quizás de las sodas unos $10, que no son nada". Ahora, solo esperan que lo que les ha quedado puedan venderlo en algún lugar o con alguien en lo que resta de este domingo.
"Lo que tenían que haber hecho es que, como ya sabían que estaban las lluvias, hubieran suspedido desde el sábado en la noche. Pero no pensaron en nada de esto", se sinceró Medrano.
"Yo vendo los domingos, todo el día, en la Centroamérica, y mi papá en la zona de la San Luis. Pero ahora fuimos a la final y pasó esto. Sí, realmente, nos ha afectado bastante, porque como digo ya iban preparados los panes, pero Dios sabe por qué hace las cosas", sostuvo.
Así como a los aficionados, a los vendedores les solicitaron guardar la mitad de los boletos que les quedaron. Esperan haberse recuperado económicamente para la siguiente fecha, ya que la inversión también ha sido grande para los vendedores, que ahora debe recuperar algo para volver a comprar productos y estar listos como el fútbol para la final de Plata.