Dear Brian Roemmele:
Estamos honrados de tener entre nosotros un genio más. Al fin, Nayib Bukele, que nunca ha estudiado, encontró la mente complementaria que necesitaba para cumplir su promesa de llevar a nuestro país a ser una potencia tecnológica y económica.
Es verdaderamente genial -¿o atrevido?- cómo te presentas en tu página voicefirst: “Brian Roemmele es reconocido como la autoridad mundial sobre la manera en que ‘voice IA’, la Inteligencia Artificial de voz, impactará la computación y el comercio. Brian Roemmele es el ‘consummate renaissance man’, el renacentista consumado. Es científico, investigador, analista, creador y además ‘doer’, un hombre de acción.”
Renaissance man es alguien como Leonardo da Vinci, un genio universal.
Con esta humilde presentación ofreces tus servicios a compañías que quieren crecer - ¡y de repente te sale como cliente un país! El Salvador, más bien su sabio gobernante plenipotenciario, te contrata como consultor para Inteligencia Artificial. Para entender la dimensión histórica de esta movida, hay que leer lo que escribió sobre el tema el periódico oficial, El Diario de El Salvador, dirigido por la secretaría de comunicaciones de Casa Presidencial: “El experto internacional en Inteligencia Artificial (IA) y tecnología, Brian Roemmele, se sumó hoy al equipo del presidente Nayib Bukele, como parte de una estrategia para convertir al país en una potencia tecnológica en la región.”
La misma nota, debidamente aprobada por Casa Presidencial, cita a Stacy Herbert, otra experta internacional ya hacer ratos incorporada al equipo, que asesora al jefe de gobierno en asuntos de criptomonedas. Dice ella en X: “Cuando la inversionista Cathie Wood dijo que el PIB (Producto Interno Bruto) de El Salvador se multiplicaría por 10 en los próximos cinco años, colocó la política de Inteligencia Artificial del presidente Bukele en el centro de su argumento a favor de dicho crecimiento.” Y agrega que esta multiplicación del PIB salvadoreña por 10 “es solo el comienzo”. Y el ‘renaissance man’ entra en escena y le contesta a Stacy Herbert: “Stacy, gracias. Es un gran honor y privilegio ser parte de esto.”
Así que el plan de Bukele y sus asesores renacentistas es: Multiplicar la economía de El Salvador por 10, en 5 años. Esto pondría el PIB de El Salvador encima del de Chile. Un verdadero milagro.
Sería un crecimiento que jamás un país ha logrado. ¿Será que Bukele cayó por una banda de estafadores y farsantes que le prometen un milagro?
¿O será que lo que El Salvador, para lograr semejante milagro, necesita sólo un genio renacentista como Brian Roemmele? Revisemos lo qué significa ‘renaissance man’. Es alguien como Leonardo da Vinci, Miguel Angelo o Cervantes – hombres que sacaron el mundo de la oscuridad de la edad media hacía el desarrollo de las ciencias, las artes, de la filosofía. Hombres con conocimientos y estudios universales. Estos hombres los llamamos ‘renaissance men’, hombres del glorioso renacimiento de las ciencias y la cultura. En el pasado reciente uno puede pensar en Albert Einstein – yo más bien pensaría en Robert Oppenheimer. Este hombre fue a la vez un científico y un ‘doer’: dirigió el equipo que inventó la bomba atómica. Pero también fue un pensador: una vez que su bomba atómica funcionó -en Hiroshima y Nagasaki- logró provocar con sus tesis filosóficas un debate universal sobre la relación entre ciencia y ética. Oppenheimer concibió la idea de un convenio mundial de control de armas nucleares, como décadas después de hecho se suscribiría.
En Oppenheimer pienso yo, cuando me pregunto si en nuestros tiempos todavía pueden existir ‘renaissance men’. Pero Bukele pensó en ti, Brian Roemmele, porque supiste teorizar un mes sobre música pop y el siguiente sobre como mejorar las transferencias monetarias y sobre Inteligencia Artificial – y ahora sobre cómo llevar a multiplicar en 5 años una economía nacional por 10 – en un país en permanente crisis fiscal, con 50% de pobreza, con escuelas precarias, con profesores mal pagados, con una universidad abandonada, en la cual nadie se dedica a la ciencia, con fuga de los pocos talentos y sin libertad de expresión…
Sólo un farsante se puede ofrecer como el genio que puede hacer este milagro. Y sólo un dictador con delirios de grandeza se puede rodear de este tipo de farsantes. Antes, los reyes siempre mantenían un bufón en su corte…
Disfrute las playas de Surf City, renaissance man, y los paseos en helicóptero, que nuestro gobierno ofrece a sus bufones. Cobra tus cheques – ¡y luego lárgate, antes que te desechen!
Paolo Luers