Cuando papá ejerce el papel de mamá al mismo tiempo, desafía las normas, rompe barreras y, en última instancia, enriquece la vida familiar. Estos padres son héroes cotidianos que, aunque a menudo no reciben la ovación que merecen, dejan una huella en la vida de sus hijos y en la sociedad.
Y es que no solo rompen los estereotipos de género tradicionales, sino que además representan un pilar fundamental en la crianza de sus pequeños. Ellos enfrentan retos considerables y a su vez muestran que, con una fuerte determinación, es posible crear un entorno familiar amoroso y estable.
"Es complicado", dijo Adonis Ramírez, un padre joven de 28 años, sobre su experiencia asumiendo ambas funciones, "pero tu hijo te da la fuerza para poder continuar y poder brindarle un mejor futuro. En mi situación, soy el único soporte que él tiene".
Los obstáculos son constantes, pero Adonis ha demostrado una tenacidad admirable. "Aprendí a criarlo solo en estos últimos años", explicó. "He salido adelante con él, a veces surgen complicaciones como cuando se enferma, me toca llevarlo sin importar la hora al doctor, que comúnmente es donde entra el rol de madre, pero yo diría que los padres también sabemos resolver esa clase de conflictos”.
"Siempre se puede salir adelante, a pesar de los obstáculos y problemas que surgen en el camino, con trabajo, esfuerzo y, sobre todo, amor a la familia”, expresó Ramírez.
Históricamente, la sociedad ha asignado tareas específicas a padres y madres, donde ellas eran principalmente las encargadas del hogar y del cuidado de los niños, mientras que ellos se ocupaban de proveer económicamente. Sin embargo, este paradigma ha ido cambiando. Factores como el demandante mundo laboral, la migración, entre otras situaciones, han contribuido a este cambio.
No obstante, estos hombres encuentran una falta de apoyo institucional. Un claro ejemplo de ello es que, en El Salvador, las mujeres trabajadoras disponen de 16 semanas de permiso por maternidad, mientras que los varones tienen derecho a tres días de licencia por paternidad.
Resiliencia, amor y entrega
A pesar de estos desafíos, hay innumerables historias inspiradoras paternales que han abrazado plenamente su rol multifacético durante años. Mauricio Antonio Martínez, de 61 años, es otro ejemplo inspirador de esta dedicación y fuerza.
Mauricio ha enfrentado diversas situaciones complicadas en su camino. Desde la adaptación a un nuevo país hasta la responsabilidad de proveer y criar a sus hijos solo, cada paso ha sido una prueba de su determinación y fe.
"Es un reto realmente, pero todo puede ser posible si la mano de Dios todopoderoso está con uno para guiarlo, apoyarlo, dirigirlo en todo”, dijo Mauricio, quien es ahora padre de dos graduados universitarios. “Es una muy bonita relación porque a uno le enseña a ser más persona, más humano y a ellos les enseñé desde temprana edad a ser más responsable”, agregó.
En una frase, Martínez define su experiencia como un sentimiento encontrado. "Sólo me faltó cargar a mis hijos en el vientre o parirlos, el resto ya es historia, pura carpintería", expresó.
Su consejo para aquellos que enfrentan circunstancias similares es claro: "Ponerse en las manos totales y completas de Dios". La disciplina, la responsabilidad y la organización son fundamentales, pero es la fe la que ha guiado su camino hacia el éxito. "Para quienes tienen doble rol, padre y madre, eso da un resultado fabuloso", afirmó.
Es importante que la sociedad reconozca y celebre a estos padres. Su labor es esencial para el desarrollo emocional y social de sus pequeños y contribuye a un mundo más equitativo y justo.