Con la llegada de la época lluviosa y el cambio de clima aumentan los riesgos de contagio de enfermedades que afectan el sistema respiratorio y las diarreas, dos condiciones muy delicadas para personas adultas mayores.
Los sistemas de salud llaman a extremar los cuidados y prevención tanto en niños como en ancianos a fin de detectar y corregir a tiempo cualquier padecimiento que de no tratarse adecuadamente pueden generar complicaciones graves.
Dado su mismo proceso de envejecimiento, explica la doctora Sara Corado, especialista en gerontología, los adultos mayores tienen reservas disminuidas y los procesos de adaptación fisiológicos ante una enfermedad también pueden estar disminuidos.
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Asimismo expone, dependiendo del estado general del adulto mayor y las enfermedades de base que pueda tener (diabetes, hipertensión, problema renal, problema hepático ), si es una persona activa físicamente, si maneja una dieta saludable, esta persona podrá anteponerse a las enfermedades de mejor manera y presentan una mejor recuperación.
Por el contrario, los adultos mayores con una reserva fisiológica alterada (menor capacidad de recuperarse) lo más probable es que las enfermedades van a ser más agresivas. En este segmento de la población, las enfermedades respiratorias están a la cabeza, añade la especialista, así como los cuadros diarreicos que pueden comprometer su estado de salud en general.
De acuerdo a datos del Ministerio de Salud, publicados en el Boletín epidemiológico 2024, en la semana 23, que comprende del 2 al 8 de junio, se registraron 37,715 Infecciones Respiratorias Agudas (IRA). En el mismo reporte se expone que la letalidad es de 4.8%; es decir que de cada 100 personas que contrajeron la enfermedad, cinco murieron.
Al segregar por edad, los datos del ministerio reflejan un acumulado en el año de 2,140 personas con neumonía en edad de 60 años o más; y 419 en edad de 50 a 59 años.
El total de casos atendidos, entre enero e inicios de junio, de esa enfermedad es de 8,222 casos.
Diarreas y gastroenteritis
Respecto a diarreas y gastroenteritis, el Ministerio de Salud da cuenta de 5,723 casos atendidos en la misma semana de inicio de mes.
Al separar las atenciones por edad, las cifras de eventos acumulados en el año es de 13,196 casos en pacientes de 60 años o más y 13,281 están entre 50 a 59 años.
Ante cualquier cuadro de enfermedad, agrega la doctora Corado, lo más importante es no automedicarse. “Ante todo síntomas gripales y ante todo síntoma de diarrea, lo importante siempre es buscar el médico de cabecera”, resalta la experta en gerontología.
“Si el adulto mayor vive solo con mayor razón no tiene que quedarse en casa, no tiene que automedicarse porque no va a tener la capacidad de detectar cuándo pueden ser signos de gravedad y cuando no, partiendo de que los adultos mayores no van a presentar un cuadro de enfermedad catalogado como habitual, es decir que pueden tener síntomas que no son propios de una enfermedad o pueden ser la suma de varios síntomas y formar un síndrome como tal”, expone.
Los cuidadores o persona a cargo también deben tener el conocimiento de que ante sintomatología gripal o cuadro de diarrea siempre hay que consultar al especialista clínico.
Para la doctora Corado estas enfermedades en los ancianos pueden tener una parte no farmacológica o, en otras palabras, acompañar el tratamiento con alternativas de seguridad como pueden ser el uso de mascarilla.
Dentro de la prevención también juegan un papel importante el adecuado lavado de manos, con agua y jabón, si no se dispone de estos en el momento, con alcohol gel; sumado a esto el reposo y el consumo de abundantes líquidos, principalmente agua.
También se puede tener el consumo de infusiones como té de manzanilla, de jengibre o de eucalipto y agregar miel, si el paciente puede consumirlo.
En este punto la alimentación también se vuelve bastante primordial, dado que la persona presentará disminución del apetito. Esta debe ser básica simple, pero que esté presente en menos de 4 a 5 comidas durante el día, en pequeñas cantidades, principalmente con frutas y verduras. También puede incluir algún zumo de la fruta de su elección y la proteína que no puede faltar para el adulto mayor.
Alerta ante los síntomas
Entre los síntomas menos graves que incluye una gripe están dolor de cabeza, la congestión nasal abundante, rinorrea (secreción nasal), lagrimeo, picazón de la nariz, dolor o ardor en la garganta, puede haber un poquito de fiebre, dolor de cuerpo y malestar general. “Con estos síntomas habituales de una gripe en un adulto mayor no podemos quedarnos en casa sin consultar”, explica.
La experta añade que se debe buscar atención lo antes posible principalmente en aquellos adultos mayores que tengan enfermedades de base como hipertensión diabetes problemas, renales y aquellos que también cursan con cuadros respiratorios de base crónicos, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica conocida como EPOC, asma o bronquitis
En este caso los signos de alarma son que haya dificultades para respirar, que el paciente esté en reposo, es decir acostado o sentado y se siente cansado, fatigado, con palpitaciones, fiebre que no desaparece después del tercer día o desaparece y vuelve a aparecer, y que los síntomas que se tenían inicialmente a las 72 horas o al cuarto día estén más prominentes, que el paciente haya dejado de comer por completo o que haya iniciado algún cuadro gástrico acompañado de la gripe, asimismo se debe poner especial atención si se presentan problemas de deshidratación.
En caso de diarreas
En caso de diarrea, adicionales al tratamiento que el médico indique, la hidratación oral es primordial, siempre y cuando su médico no indique lo contrario; asimismo es importante reducir o erradicar por un periodo determinado alimentos que pueden aumentar las evacuaciones como son los lácteos enteros, las bebidas azucaradas, las comidas con grasa, condimentados o con jugos.
Otra de las recomendaciones de la doctora Sara Corado es que para aliviar un poco la pena o el pudor de un adulto mayor a expresar y tener la confianza de decir a su familiar que está pasando por un cuadro diarreico lo primero es la información, ayudarles a educarse en relación a los riesgos que estas enfermedades conllevan de tal manera que puedan romper ese estereotipo y puedan ver la importancia de comunicarlo a su médico, cuidadores o personas a su alrededor.
Respecto a la vacunación, como una opción efectiva para la prevención, señala la entrevistada, es importante tomar en cuenta su gratuidad, en El Salvador la vacuna contra la influenza se aplica cada año en los diferentes centros de atención pública. “Es una herramienta que se está dando de manera gratuita en el país y que ayuda a evitar la enfermedad, y en otras ocasiones, si bien es cierto, no evita la enfermedad, sí, ayuda a reducir las complicaciones y la muerte”, concluye.