Los políticos han descubierto el Santo Grial de la conexión emocional humana: Las mascotas. En efecto, las mascotas son importantes en la vida de los seres humanos; disminuyen el estrés y la sensación de soledad, mejoran la salud cardíaca e, incluso, es útil para ayudar a los niños con sus habilidades emocionales y sociales. Así lo asegura el NIH (National Institutes of Health) y un grupo de investigadores asociados al gobierno de Estados Unidos dedicados a la investigación médica.
Se ha demostrado que la interacción con animales disminuye los niveles de cortisol (una hormona relacionada con el estrés) y disminuye la presión arterial. Otros estudios han descubierto que los animales pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar su estado de ánimo.
Varios investigadores están estudiando de qué manera los animales pueden influir en el desarrollo infantil. Por ejemplo, están analizando las interacciones animales con niños que tienen autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y otras afecciones.
Los animales pueden servir como fuente de consuelo y apoyo. Los perros de terapia son especialmente buenos en esto. A veces, los llevan a hospitales o residencias para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los pacientes.
La cantidad de tiempo y dinero que se invierten en mascotas; o la adaptación de los espacios para facilitar su acceso, reflejan la importancia que damos a los animales de compañía, y encuestas y estudios lo han demostrado: una cantidad sustancial de personas sienten un gran apego y vínculo emocional hacia sus animales, atribuyen gran importancia a sus relaciones con ellos y los consideran mejores amigos y hasta miembros de la familia.
Un político sensible con las mascotas potencia su relación comunicacional con la ciudadanía, demostrando sensibilidad y un lado muy humano. En este contexto, una de las apuestas clave es instalar centros de atención para ayudar con los costos.
Un perro o gato, entre alimentación, aseo, vacunas, esterilización, entre otros gastos no planificados, puede representar un gasto anual entre US$ 500 a US$ 1,000. Entonces, un primer paso es brindar servicios veterinarios y otro proyectar imágenes y videos cercanos a las mascotas; esto funciona muy bien.
Dos ejemplos emblemáticos contemporáneos son Chivo Pets El Salvador y los perros de Javier Milei; uno se puede preguntar ¿por qué se construyó tan rápido Chivo Pets?, incluso antes que el Hospital Rosales; la respuesta es obvia, este centro pasa lleno 24/7; y además, frente al poco entusiasmo de la gente con el Bitcoin, se intentó relacionarlo con las mascotas; efectivamente, en Chivo Pets si pagas con Bitcoin en casi gratis el servicio.
Los “hijos de cuatro patas” de Milei de raza mastín inglés o mastiff: Conan, Murray, Milton, a Robert y a Lucas, son todo un caso de estudio; son cuatro, pero él se refiere siempre a cinco, ya que incluye al primero ya fallecido en 2017, desde dónde clonaron los otros cuatro. Todo este rollo de ciencia ficción va mucho más allá e incluye diálogos trascendentes. Como sea, esto es un tema que ha pegado bien en la ciudadanía argentina.
Pero la idea no es tan nueva, en 2014 comenzó a funcionar en la ciudad de Caracas el primer Centro Diagnóstico Veterinario de la “Misión Nevado”, cuyo propósito general es brindar atención gratuita de calidad a animales domésticos; ¡¡¡brillantes los chamos revolucionarios bolivarianos!!! Y dado que funciona se ha extendido el concepto hacia otros horizontes. La alcaldesa de la Cuauhtémoc en México, en marzo de 2023, inauguró el servicio veterinario, para atender de manera gratuita a los animales de compañía. En julio de 2023 las autoridades hondureñas, también inauguraron una clínica veterinaria gratuita. Esto ha sucedido en Colombia, Ecuador, Bolivia, etcétera. ¿Casualidades…?
Las mascotas son un punto crítico de marketing y comunicación. Políticos acariciando, rescatando o ayudando a niveles funciona de maravilla. Les hacer verse muy humanos, sensibles y hasta con los niños (as) logran conexión.
Marta Vila de la Universidad Rey Juan Carlos, afirma: “Las personas sienten apego hacia sus animales y atribuyen gran importancia a la relación que tienen con ellos. Los animales de compañía aportan apoyo emocional y social, contribuyen a la creación y mantenimiento de rutinas, a un mayor nivel de bienestar y a una mejor salud en general. La preocupación por perder la relación con un animal de compañía puede tener un impacto en las personas, especialmente cuando se encuentran en situación de vulnerabilidad. Estas consideraciones pueden ser muy relevantes en procesos judiciales, como los de separaciones y divorcios, o los de responsabilidad civil”.
En efecto hay un especial “vínculo humano-animal” que ha sido captado por los intereses políticos; y todo aquello que es importante para los ciudadanos pasa a la agenda inmediata del diseño de políticas públicas o propaganda, porque esto vende y atrae a votantes.
Mascotas y política se han ido acercando, y son un elemento esencial de la comunicación política y de la agenda programática de los gobiernos de turno; a tal punto, que en no pocos casos ha desplazado -sin querer o queriendo- los propios problemas humanos, como por ejemplo: contar con un hospital para mascotas con mejores condiciones, medicinas, equipos y personal, que un hospital para seres humanos.
Es cierto que las mascotas son importantes y tienen un lugar en la vida de muchas familias, y que requieren un trato digno y respetuoso; pero sin perder la perspectiva de las necesidades de las comunidades pobres y desfavorecidas y sin populismo. Suena absurdo que un animalito tenga mejores condiciones sanitarias que muchos niños (as) en nuestro país. Decían los griegos antiguos: En el centro está la virtud…
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Investigador Educativo/opicardo@uoc.edu