Daños en sus sistemas eléctricos y drenaje, en techo, y la falta de transferencias económicas oportunas son las principales deficiencias que enfrenta un gran número de escuelas a nivel nacional pese a que Nayib Bukele, quien tomará posesión de su segundo mandato el 1 de junio, ofreció remodelar 5,150 centros educativos en un periodo de cinco años.
Dicho ofrecimiento lo realizó el 7 de septiembre de 2022 en el marco del lanzamiento de la reforma denominada “Mi Nueva Escuela”.
Pero para el secretario general de Simeduco, Daniel Rodríguez, dicha reforma, en el rubro de infraestructura “va a paso de tortuga; pero a paso de una tortuga súper lenta porque se supone que en un año tendrían que haber reconstruido más de mil centros escolares. Y la realidad es otra; la realidad es que a lo sumo habrán construido unos cuarenta centros escolares desde que el presidente de la República hizo ese anuncio. Aún así yo estoy siendo optimista porque en realidad esos datos uno no los maneja porque ellos esconden ese tipo de datos; pero en la publicidad aparece que están reconstruyendo los centros escolares”.
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Un comunicado de la Presidencia, del 7 de septiembre de 2022, establece que “vamos a remodelar 1,000 centros educativos por año. Vamos a hacer más de dos escuelas por día. El período es de cinco años, pero de septiembre de 2022 a septiembre de 2023 vamos a hacer 1,000 y ya están financiadas con fondos propios y fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Banco Mundial y de Banco de Interamericano de Desarrollo (BID)”, de acuerdo a palabras de Bukele en el boletín.
El docente pidió al gobierno que “no le mienta a la comunidad educativa que le van a reparar los centros escolares; sino que sean honestos y que digan cuánta capacidad tienen de reparar centros escolares”.
Además lamentó que la deuda no sólo es en el tema de infraestructura ya que tienen conocimiento que algunas escuelas no han recibido las transferencias económicas que les realiza el Ministerio de Educación para su funcionamiento.
El año pasado, el 19 de mayo, las escuelas recibieron el 19.2% de sus presupuestos; pero este año escolar, al 22 de mayo de 2024, aún no habían recibido dichos fondos, según información que tiene Simeduco.
Los centros educativos públicos reciben transferencias económicas anuales para su funcionamiento; pero el secretario general de Simeduco lamentó que generalmente, la dependencia gubernamental las realiza a finales de año, cuando los estudiantes ya han salido de clases o están a punto de hacerlo.
“El mismo año tenemos que gastarnos los fondos. Por eso al final del año, los directores andan corriendo, a final de diciembre, para gastarse los fondos porque si no se los gastan, en enero no pueden gastar nada de ese dinero y tienen que devolverlo al Ministerio de Educación”, agregó Rodríguez.
Los fondos que reciben son utilizados para la compra de material didáctico, reparaciones o sustituciones de algunos elementos, como bombillos y grifos.
Sin embargo, dichas situaciones no son realizadas en los centros escolares por la falta de transferencias o porque los fondos son insuficientes para cubrir las necesidades que enfrentan. Simeduco propone que las transferencias económicas sean en febrero y junio para que las escuelas no pasen desfinanciadas durante el año.
El gobierno, señaló, otorga actualmente $6 por estudiante. Anteriormente las escuelas del área urbana recibían $13 por estudiante y $25 por cada uno de las instituciones rurales, por lo que la cantidad que recibían dependía de la matrícula escolar.
La cifra bajó a $6 por estudiante, tanto en lo rural como en lo urbano, desde los gobiernos del Fmln. Estos son insuficientes para el funcionamiento escolar.
“Nosotros lo que hemos pedido es que de verdad este gobierno se interese por la escuela pública, que no utilice la escuela pública sólo para buscar financiamiento fuera del país. Sino que también utilice la escuela pública para beneficiarla y que de verdad le apueste a invertir en los centros escolares, mejorar los presupuestos escolares y que esos presupuestos escolares lleguen a tiempo”, señaló Rodríguez.
Lamentó que muchas escuelas que son intervenidas, por los diferentes gobiernos, son las “más visibles”; pero las que “están ‘refundidas’ en los cantones son olvidadas.
“Siguen reparando los centros escolares más visibles... Los centros escolares de los caseríos, de los cantones, están bastantes descuidados, a esos no les llegan los beneficios … Hay escuelas que todavía funcionan en champas de lámina y esas escuelas están siendo ignoradas por este gobierno y los anteriores”, dijo.
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Un ejemplo de dichas palabras es la escuela que funciona en la comunidad Bendición de Dios Tigre IV, en el distrito de Apaneca, Ahuachapán Centro.
La misma opera en una galera de lámina que es la casa comunal. Cuando hay fiestas o velas, los alumnos dejan de recibir clases porque la comunidad requiere el espacio.
En 2019, funcionarios de varias dependencias gubernamentales llegaron al lugar para ofrecer condiciones dignas para los cerca de treinta alumnos. El ofrecimiento sigue sin ser cumplido a la fecha.
Más necesidades
El Centro Escolar Cantón Agua Santa, en San Antonio del Monte, en Sonsonate, es otro ejemplo de que las necesidades de las instituciones rurales poco son atendidas.
Una persona de dicha comunidad, quien pidió omitir el nombre para evitar represalias, relató que dos aulas y el área de la cocina enfrentan filtraciones cada vez que llueve.
Esto debido a que varias láminas de asbesto tienen agujeros por su antigüedad y porque en algunas ocasiones han sido dañadas por ramas de árboles que le caen.
Hay padres de familia que se han organizado para reparar dichos daños; pero las filtraciones siempre aparecen. “La escuela tiene muchas necesidades … En la escuela hay mucho que hacer; pero lo que carece es de dinero”, explicó la fuente.
La continuación en la construcción de un muro y talar árboles que representan peligro para los alumnos son otras necesidades de dicha institución.
La fuente relató que hace unos meses realizaron una actividad (carrera de cintas) para recaudar fondos con la finalidad de solventar un problema de agua debido a que cuentan con un pozo pero debían extraer el líquido de forma manual. Dicho sistema presentó fallas.
Una empresa les ayudará económicamente a colocar una bomba eléctrica para extraer el líquido y abastecer a los alumnos.
A las escuelas que han requerido intervención desde hace varios años se suman otras que se van deteriorando o presentan daños por las lluvias.
Por ejemplo, medios locales de Metapán informaron, el martes 28 de mayo, que una institución sufrió daños en su techo durante una tormenta.
Mientras que en el distrito de Concepción de Ataco, en Ahuachapán Centro, la municipalidad informó que un árbol cayó en uno de los techos del Complejo Educativo Antonio J. Alfaro.
El árbol cedió debido a la tormenta que cayó el martes y que fue acompañada por fuertes vientos.
El árbol fue removido por personal municipal.