Un momento crucial vive el país. El censo que se está realizando casa por casa es una oportunidad que no se debe desaprovechar.
El censo arrojará datos que pueden servir para después de tener un consolidado, que la salud pública recoja todos los insumos que deben interesar y plantearse retos, no a un año, sino planes de trabajo para cinco o diez años, sabedores de que los únicos ganadores de estos planes que se ejecutarán serán el ciudadano y se verá reflejado en el Índice de Desarrollo Humano.
En salud pública es imperativo trabajar en el abordaje de enfermedades y lastimosamente se les debe poner costo de estas enfermedades tanto en forma directa como indirecta, la directa como país, la indirecta como persona y como familia, enfermedades específicas y clasificadas en tres categorías: 1) transmisibles, 2) crónico degenerativas y 3) el alto costo de las lesiones de causa externa como el caso particular de El Salvador con el incremento de los accidentes de tránsito, el cáncer y las enfermedades mentales.
Si revisamos cifras actuales, mueren alrededor de 21 personas al día víctimas del cáncer. Vemos la importancia que el cuido de la salud mental amerita. No es un secreto para nadie el incremento de suicidios en adolescentes, algo nunca visto en la salud pública de nuestro país.
Tenemos las enfermedades crónico-degenerativas, que sabemos el aumento en los casos de hipertensión arterial, diabetes, insuficiencia renal que están apareciendo en personas cada vez más jóvenes y no en adultos arriba de los 60 años, así como otras enfermedades que si solo nos basamos en una atención eminentemente curativa resulta oneroso para un país pobre como es El Salvador.
A la vez tenemos enfermedades transmitidas por vectores y todas aquellas enfermedades prevenibles por vacunación. No puedo dejar de lado que las enfermedades de transmisión sexual están en un silencioso incremento todas y fatalmente dos que deben preocuparnos: una es el VIH y la otra la Hepatitis B.
Debido a los cambios que se dieron al disminuir el número de alcaldías, el Ministerio de Salud Pública tiene 44 nuevos socios estratégicos: las alcaldías deben ser el enlace para trabajar con el ministerio de Salud con base en la información recolectada en el censo nacional; deben las alcaldías acercarse a la comunidad a través de planes con objetivos claros para beneficio de las comunidades, que son representadas por tales municipalidades.
En el modelo de atención primaria de la salud son las alcaldías y las unidades de salud los entes que regulen el manejo de agua, el control de vectores, manejo de basura y desechos sólidos, control de manipuladores de alimentos, censo y control de animales transmisores de rabia, control de limpieza en los mercados, mapas de riesgos actualizados y áreas priorizadas y aquí entran otras entidades que tendrán su papel y función relevante y si pensamos en el futuro la atención que se brinda en un hospital en este momento, no será la misma dinámica la que se vivirá dentro de cinco o diez años; todo cambia, la atención en salud es dinámica y todo evoluciona y debe ser un objetivo puntual el buen manejo con un alto nivel de efectividad y eficiencia y una amplia visión en cuanto a la salud pública.
En resumen, el sistema de salud salvadoreño debe buscar garantizar servicios oportunos e integrales con equidad, calidad y sobre todo oportunidad, en corresponsabilidad con la comunidad y otros actores sociales. Aunque ha habido avances en los últimos años, también se han enfrentado desafíos en la modernización del sistema.
Ante los desafíos de enfermedades que mencioné al inicio de esta columna la eficiencia es una prioridad. Debemos apostar a la prevención o, mejor dicho, al modelo de atención con enfoque de prevención.
Es conocido por todos que la medicina eminentemente curativa resulta carísima y es en este nuevo contexto que en la reducción de municipalidades deben las determinantes de salud, que abarcan factores políticos, económicos, sociales y medioambientales, influir en la salud de la población, entender a la salud como un bien preciado del ser humano.
La salud no tiene tinte ni ideología política. Sabemos que entre las dificultades que enfrenta nuestro sistema de salud tenemos el acceso limitado a tales servicios, aunque se han realizado esfuerzos para mejorar el acceso a la atención médica y lo que nunca se menciona la atención odontológica, aún existen desafíos.
En estos momentos en la sede de OMS en Ginebra, Suiza, se realiza la construcción de la agenda global de salud donde tanto salud pública como demográfica y epidemiología están claramente presentes y es vital estar acordes a esta agenda que, aunque muy OMS sea la que la define con los representantes de los países, cada país debe tener su propia agenda y en esta columna es lo que trato de dejar enunciados en un momento oportuno donde se está iniciando un nuevo quinquenio gubernamental.
Médico.