El Salvador es el país latinoamericano en donde su población está más contenta con su sistema democrático, según los índices de Latinobarómetro de 2023; aunque el mismo medidor define al país como el penúltimo en sus niveles democráticos en la región.
Según esta fuente que recopila la información desde años atrás, para 1996 El Salvador se mantenía en la quinta posición del ranking; solo por detrás de Costa Rica, Uruguay y Nicaragua. Para 1997, el país conservó la posición.
El Salvador tuvo su primer declive en 1998 y pasados los años incluso salió de la lista. Así hasta que volvió a aparecer en 2018, cuando subió directo al segundo puesto, solo por debajo de Uruguay.
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Fue hasta 2023 cuando El Salvador se posicionó en el primer puesto, por debajo de Uruguay, Costa Rica, Argentina, México, República Dominicana, Brasil, Chile, Guatemala, Bolivia, Honduras, Paraguay, Colombia, Panamá y Venezuela. En el listado, el país refleja que goza de un 64 % de satisfacción; Uruguay el 59 % y Costa Rica, 43 %.
Sin embargo, el ranking mide la percepción social, pero se contrasta con los índices objetivos. La Corporación Latinobarómetro en su informe titulado “La recesión democrática de América Latina” también de 2023 reflejó que El Salvador se encuentra entre los países que han caído en “electo-dictaduras” y son vulneradores de derechos humanos.
“Es una manera ‘blanda’ de llegar a ser dictador. Por eso en este informe se las llama ‘electo-dictaduras’. América Latina ha transitado desde dictaduras militares a electo-dictaduras. Y pareciera que se agregaría a esta lista El Salvador, un país que ha violado los derechos humanos de las personas encarceladas y que ahora cambia la regla electoral para permitir la reelección consecutiva”, detalló el informe.
Para entonces, el medidor reconocía que la reelección presidencial inmediata en el país está constitucionalmente prohibida, y que ese sería un detonante para concretar el camino de las electo-dictaduras.
De forma concreta, se advirtió desde entonces que El Salvador está dejando de ser una democracia y transformándose en un populismo autocrático, según determinó la Corporación Latinobarómetro.
En el medidor de la Unidad de Inteligencia de The Economist, El Salvador es el penúltimo posicionado con un 4.71 % de índices democráticos, solo por debajo de Guatemala, que cuenta un 4.47%.
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Además, el subdirector encargado para las Américas de Human Rights Watch (HRW), Juan Papier, señaló que el presidente reelecto inconstitucionalmente Nayib Bukele es “extremadamente popular” y su modelo resulta atractivo en América Latina, pero es “autoritario, abusivo”, su discurso es “engañoso” y presenta los derechos humanos y la seguridad pública como objetivos contradictorios.
Este año, los diputados afines a Bukele aprobaron una reforma a la Constitución de la República en el artículo 248, que establece que los cambios en la Carta Magna deben ser aprobados por dos legislaturas, pese a la prohibición establecida por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) referente a los plazos.